Entre el domingo y el lunes últimos, ña fiscala Liliana Duarte ojapo siete imputaciones en su unidad especializada en violencia familiar. Ndaje, las causas más comunes para esas ocurrencias son el calor, sogue y la ingesta descontrolada de bebidas alcohólicas. Generalmente, el ñemoko empieza de a dos y termina a puñetazos y patadas.
Datos oficiosos del departamento de asistencia a víctimas de la Fscalía de CDE ogüereko un análisis de los casos abiertos en las unidades especializadas en violencia familiar, de los que mbohapy unidades deben investigar. Los kuimba’e kuéra se dedican a trabajos informales y la plata ndo hupytyi para el sustento familiar. Ndaje, por allí empiezan los hechos violentos que, en muchos casos, opa hasta en feminicidios.
Solamente en dos días, tomando como ejemplo los casos imputados, fueron siete los procesos formales abiertos contra los kangüero pililitos que abarajan a sus respectivas parejas. Aipo protocolo, exige pedidos de prisión preventiva, pero oi jueces ome’eva medidas menos gravosas que al final se convierten en mayor violencia voi.
LARGA LISTA
Entre los últimos procesados, aparecen nombres como Ronald Caciano Alfonso Sanabria, Dionisio Duarte Godoy, Jorge Araujo Benítez e Ireneo Ramón Cano Ferreira. Ha’e kuéra recurrieron a la violencia contra sus lapa, a consecuencia de discusiones aipo bizantinas, que nda ikatúi o solucioná con diálogo, Upévare oiko los actos violentos que determinan el inicio de los procesos penales.
En un aparte del informe, he’i que los mayores afectados son los hijos de aquellas parejas, porque se producen los desprendimientos en el ámbito familiar. Oi heta casos en que los hijos menores acompañan a sus padres hasta la Fiscalía y la observancia de los tratos, como estar esposados, he’i los sicólogos, no son convenientes.
OTROS NOMBRES
Kuehe, al cierre de su turno penal en la unidad especializada, los números de procesados aumentaron aipo ostensiblemente voi. Juan Esteban Torales Guerrero, Víctor Manuel Colmán Venancio ha Justo Ariel Aquino Brítez fueron privados de su libertad en intervenciones inmediatas de los volái, al recibir las denuncias. Enterovea resultaron encontrarse ka’ure al momento de sus detenciones.
Oi avei casos en que las propias denunciantes se rectifican en sus dichos y solicitan el levantamiento de las detenciones, porque ndaje “mba’e ho’ukata imemby kuérape”. Las justificativas son diversas, pero los últimos hechos de feminicidios son tomados como causas para el ñeñongatu de los arrieros violentos en la cacerolita. Las carátulas de violencia familiar en la oficina de denuncias del Ministerio Público, ndaje, encabezan la lista de procesos abiertos. Nda’ipóri sicólogos para asistir a las víctimas ha ojo’ári son contenidas para el ñepyru de las investigaciones por la sucesión de casos voi.
