Desde la Cámara Paraguaya de Stevia (Capaste) informaron que una empresa alemana proyecta la construcción de una planta cristalizadora de alta tecnología en la ciudad de Juan L. Mallorquín. Las obras comenzarán en mayo próximo, en coincidencia con el inicio de la siembra del ka’a he’ẽ. Se trata de un proyecto de gran envergadura, pues el grupo inversor apunta a la instalación de otras dos industrias y se está barajando las opciones entre Paraguarí y Concepción.
“El proyecto implica instalar tres cristalizadoras, pero se estaría iniciando en la zona de Juan León Mallorquín, Alto Paraná. La idea es aprovechar la próxima época de siembra de la stevia (ka’a he’ẽ), que va de mayo a agosto. La Capaste recomendó que la construcción empiece paralelamente al cultivo del producto para que cuando esté la producción entre en funcionamiento”, explicó al diario La Clave Juan Barboza, presidente del gremio.
La planta se encargará de la industrialización de la materia prima. “De las hojas de stevia se hace la cristalización y sale el polvo para el consumo. Luego, se exportará a los mercados de Europa, Asia y Estados Unidos. Se trata de una iniciativa muy grande, la industria que va a instalarse en Mallorquín es un plan piloto y se va a extender a más departamentos del país”, anunció el representante de los productores de stevia.
Respecto al 2022, dijo que fue un año de grandes desafíos para los productores debido al impacto de la sequía, que disminuyó la producción y el aumento del consumo industrializado en el mercado local. Esta situación que repercutió en la dinámica de la comercialización y en el volumen de las exportaciones.
“Hemos hecho una campaña de concienciación en el consumo de la stevia y ha crecido muchísimo. La mayoría de las industrias yerbateras están arriesgando por este rubro, mientras que en la gastronomía vemos también un importante uso, como fábrica de helados que utilizan el ka’a he’ẽ para endulzar el producto”, mencionó Barboza.
El presidente de la Capaste destacó que Paraguay está avanzando en la implementación de las buenas prácticas agrícolas, logrando productos de primer nivel en varios sectores de la producción, y recordó que este es el camino a seguir para conquistar los mercados de primer mundo y ganar mayor competitividad como productores de alimentos.
“Es un rubro para pequeños productores, aunque hay grandes empresas que están pensando en invertir. El mercado de la stevia es para países de primer mundo, pero inicialmente, apuntamos más en apoyar a los trabajadores del campo”, alegó.
