SAN ALBERTO. El fiscal Edgar Benítez de Minga Porã habría encajonado la investigación de un doble homicidio ocurrido el 14 de agosto último en el casco urbano de esta ciudad, donde murieron el presunto narco Sidinei Gonçalves Leite, alias “Amarelo”, y Marcos Aurelio Bolela Gardín. Al inicio de las pesquisas aparecieron como sospechosos del crimen Marcos Roberto Dos Santos Curati y Cleverson Gomes Ribeiro, hijo del concejal municipal de San Alberto, Pedro Vanderlei Gomes (ANR), quienes también resultaron heridos. Curiosamente, solo el primero fue procesado, mientras que el hijo del político ni siquiera fue investigado y recorre impunemente las calles de la ciudad como si nada hubiese pasado.
El fiscal Edgar Benítez Delgado habría cedido a presiones políticas para presentar imputación apenas contra uno de los sospechosos involucrados en una balacera entre dos grupos antagónicos que dejó dos muertos y tres heridos, en San Alberto. El único procesado es Marcos Roberto Dos Santos Curati, quien también resultó baleado en la refriega. Sin embargo, llamativamente hasta la fecha, uno de los principales sospechosos, Cleverson Gomes Ribeiro, no fue imputado por el representante de la sociedad, gracias a la influencia que tiene su padre Pedro Vanderlei Gomes, concejal municipal de San Alberto por la ANR.
EL CASO
El doble homicidio ocurrió el domingo 14 de agosto de este año, cerca de las 18.00, en una calle sin denominación, en las afueras del estadio municipal del barrio Buena Vista de San Alberto, tras un partido de fútbol. En la ocasión se disputó la final de un campeonato de fútbol de la Liga Deportiva del Norte, y tanto víctimas como victimarios estaban en el evento.
Dos Santos Curati se dirigía a su camioneta con su esposa Andrieli Grotti, Marcos Aurelio Bolela, Tociane Keli Castro y Willian Diego Domínguez, cuando se generó el enfrentamiento con Cleverson Gomes Riveiro y Sidinei Gonçalves Leite, alias “Amarelo”, un presunto narco que murió en el hospital minutos más tarde. Del otro bando también fue baleado y falleció Marcos Aurelio Bolela Gardín, domiciliado en vida en la localidad de Nueva Esperanza (Canindeyú). Ese día también resultaron heridos Cleverson Gomes Ribeiro, Andrieli Grotti Santín y el único imputado, Marcos Roberto Dos Santos Curati.
PROTEGIDO DEL FISCAL
Según fuentes, Cleverson Gomes Riveiro habría disparado contra sus adversarios hiriendo mortalmente a Marcos Aurelio Bolela. Tras el crimen, el fiscal Edgar Giménez habría realizado una serie de allanamientos en la casa de las víctimas, supuestamente buscando evidencias con relación al caso, pero curiosamente nunca verificó a la casa de Gomes Riveiro, donde pudo haber encontrado una de las armas utilizadas durante la balacera entre ambos grupos. Hoy, a cuatro meses del hecho, Cleverson Gomes Riveiro recorre las calles de San Alberto como si nada, pues el cuestionado fiscal Édgar Benítez nunca lo imputó y como si fuera poco encajonó la investigación.
VIOLENTO Y ARMADO
Se trata de Cleverson Gomes Ribeiro, de 27 años, hijo del concejal municipal de San Alberto, Pedro Vanderlei Gomes (ANR), cuenta con doble antecedente por violencia familiar, ya que en el año 2018 agredió brutalmente y casi mató a su expareja, Rosalina Deola, quien hasta ahora teme por su vida. El mismo incluso se mantuvo prófugo por varios meses hasta que fue detenido, juzgado y condenado a dos años con suspensión a prueba de la condena.
Según moradores de San Alberto, Cleverson es un joven prepotente que ya protagonizó varios altercados en la zona, sin embargo, las denuncias en su contra nunca corrieron porque su padre, utilizando su influencia política ordenaba encajonar cualquier acción planteada en la justicia en su contra.
