Un arriero infeliz que en el 2019 mató sin pestañear a un trabajador para robarle su celular y unos míseros billetes ligó una condena de 20 años de encierro en la “cacerolita”. El tipo que compró el objeto robado también recibió su merecido, al ser sentenciado a 3 años de cárcel por reducción. Anteriormente, otro implicado en el asalto mortal fue condenado a 7 años de prisión, considerando que cuando ocurrió el hecho era aún menor de edad.
El autor del ñemondá y jejuka está identificado como Aníbal Remigio Morales Gauto (33), alias “Anguja”, quien registra condenas anteriores y varios antecedentes penales, según he’i el Departamento de Informática de la Policía Nacional. En tanto, el condenado a la pena menor katu héra Rody Miranda Ramírez, quien fue hallado culpable aipo por reducción.
Según los antecedentes kuéra, el mba’evai oiko kuri el 6 de febrero del 2019, a eso de las 23:45 horas, en el interior del local comercial denominado «Bodega La Familia», ubicado en la avenida Bicentenario del kilómetro 5,5 del barrio La Blanca de Ciudad del Este.
Upérõ, Morales Gauto y el mitãrusu Hugo Javier Tindel Segovia, de 17 pirulos, llegaron al lugar, simulando ser clientes y pidieron birras. Pero, gua’unte upéa, porque de inmediato dieron la voz de asalto. Upéi, el primero de ellos sacó un feroz mboka y el segundo katu blandió un enorme kyse, de unos 30 centímetros más o menos.
Pya’e voi, el bandido adolescente se acercó con el puñal en mano al propietario del lugar, Claudio de Jesús Acosta Cardozo, y le intimó a la entrega de la recaudación del día caso contrario amenazó con liquidarlo en el acto. Sin embargo, el comerciante se resistió y forcejeó con el tipo, intentando sacar su pistola que tenía en el cajón del mostrador.
Al ver esto, Morales Gauto no dudó ni un segundo para dispararle en seco a la víctima en la zona del tórax, lado izquierdo. La bala atravesó su cuerpo, ya que tuvo orificio de entrada y salida, que enseguida le provocó la muerte.
En el sitio también se encontraba Claudio Emanuel Acosta Ortiz, hijo del baleado. El mismo intentó auxiliar a su padre, peleó con Tindel, pero éste le golpeó por la cabeza con la culata de arma de fuego, que previamente había sustraído a la víctima fatal.
A continuación, los asaltantes sustrajeron un aparato celular, de la marca Samsung J2, y la recaudación del día (sin determinar el monto), pero eran unos pocos billetes, según los datos. También se llevaron el arma de la víctima, una pistola, de la marca Luger, modelo M95, con registro número 361482, y huyeron como esas ratas albañales del lugar en una motocicleta sin chapa.
HO’A PRESO AL SER RECONOCIDO POR TATUAJE
Una semana después del mba’e vai, ho’a preso Hugo Tindel Segovia, tras ser reconocido mediante un tatuaje. El mismo fue juzgado en condición de menor y condenado a 7 años de cárcel. La pena máxima prevista en la legislación para menores de edad es de hasta 8 años.
Mientras, Aníbal Remigio Morales estuvo prófugo por mucho tiempo, hasta que igualmente fue capturado, sometido a proceso y finalmente condenado a 20 años de prisión, mediante pruebas irrefutables producidas por el agente fiscal Osvaldo Zaracho, quien representó al Ministerio Público.
TAMBIÉN CAYÓ EL REDUCIDOR DE CELULAR
Los investigadores avei detuvieron a Rody Miranda Ramírez, quien compró el teléfono celular de Hugo Tindel por la suma de 300 mil guaracas, en el que activó la línea (0983) 755425, a sabiendas que dicho celular fue objeto de un asalto mortal.
El tipo fue procesado y condenado a 3 años de prisión por reducción. Esto para que aprenda otro día que nunca se debe comprar cosas robadas.
El Tribunal de Sentencia que dictó las sendas condenas estuvo conformado por los jueces Evangelina Villalba, Óscar Gabriel Genez y Lourdes Morínigo.
