Ante la atenta mirada de los gerentes Fernando Bittinger y el Dr. Mario Báez se dio privilegios a empresas para la provisión de bienes a la Fundación Tesãi, dejando todo “en familia”. Según los datos, uno de esos privilegiados, junto a funcionarios de la entidad se encarga de ejecutar sus órdenes, como el jefe de departamento de informática, Pablo Presentado, es su compadre, el empresario Wilson Armoa, propietario de la empresa GREEN S.A. Armoa es un verdadero protegido e “íntimo” amigo de Bittinger.
Según denuncias, Presentado ocupa el cargo y realiza contrataciones solo con empresas ligadas a su compadre Armoa o funcionarios del mismo, entre lo que se menciona a Luis Fernando Flores López, dueño de “LFFL Informática” y “Color Print”, de Evaristo Medina Saucedo, únicas empresas que desde la administración de Pablo Presentado han sido beneficiadas todos meses.
Las mismas son empresas de maletín exclusivas para los fines de los gerentes de la Fundación; a simple vista, Color Print, de Evaristo Medina Saucedo, es una firma que solo factura a Tesãi en forma exclusiva, según datos precisos de personas vinculadas a la institución.
¿QUIÉN ES WILSON ARMOA?
Esta persona se trata nada más y nada menos que el famoso proveedor del “software de oro” al Instituto de Previsión Social (IPS), pero que también factura con el sistema informático de la fundación Tesãi. En mayo del año pasado, Green SA estuvo en la mira de la justicia, del Congreso Nacional y de toda la sociedad paraguaya por haber ofrecido a la previsional, en Alto Paraná, un sistema de gestión hospitalaria a casi G. 40 mil millones, precio que debía ser pagado en plena pandemia, durante la cual faltaban recursos al Estado y ni que decir al IPS.
Armoa, hace más de 10 años, se encarga del sistema informático de la Fundación Tesãi que, según los propios funcionarios, nunca ha funcionado adecuadamente. Incluso, en el año 2012, uno de los sindicatos de la entidad había denunciado a Armoa por proveer un servicio de mantenimiento informático por G. 60 millones al mes, sin realizar casi ninguna labor en la entidad.
En la época de la polémica con la empresa, radio Transcontinental de Hernandarias había ubicado una precaria vivienda en la que figuraba la sede de la firma, evidentemente, creada para dar este gran “golpe” a costa del sufrido pueblo paraguayo.
La vivienda, ubicada en la zona de Presidente Franco, es una casa normal, sin ningún aspecto de ser una millonaria empresa, y que en realidad estaría siendo utilizada como simple fachada;, es decir, se trataría de una empresa de “maletín”, creada específicamente para estos negociados.
