La Policía investiga un llamativo robo agravado ocurrido el martes a la tarde en un apartamento ubicado en el 3er piso del edificio Unión, ubicado sobre la avenida Camilo Recalde y Coronel Toledo, pleno microcentro de Ciudad del Este. Según los datos, dos desconocidos irrumpieron en el sitio, maniataron a un ciudadano bangladeshí y se alzaron con tres cajas de celulares de alta gama que debían ser enviados al Brasil. Curiosamente, las cámaras de circuito cerrado del edificio no funcionaban y tampoco nadie vio nada, incluyendo el guardia de seguridad del predio.
Según la denuncia, el supuesto robo ocurrió alrededor de las 14:30 del martes, cuando dos desconocidos que usaban tapabocas, uno de ellos con remera de color blanca y con arma blanca, irrumpieron en un apartamento del 3er piso que estaba con la puerta cerrada, pero no llaveada, por lo que no tuvieron que forzarla. Rindieron a Md Kaisar Hanif, de nacionalidad bangladeshí, de 35 años, domiciliado en el lugar, que fue maniatado por los marginales.
Posteriormente, los extraños se apoderaron de tres cajas repletas de celulares de alta gama, adquiridos ese mismo día por Magín Medina, de 65 años, domiciliado en el barrio María Auxiliadora de Pdte. Franco, quien manifestó que el día de la fecha había retirado tres cajas de aparatos celulares de casa Nissei y trasladó hasta el sitio donde ocurrió el hecho. Acotó que de allí tenía que enviar al lado brasilero a su cliente que reside en la ciudad de São Paulo, Brasil. Horas más tarde, estando a su domicilio, recibió llamada telefónica de parte de una persona extranjera que reside en el citado edificio manifestándole que las mercaderías fueron robadas.
Agentes de la comisaría 1ª acudieron al lugar del hecho, donde dialogaron con Vidalino Cáceres, de 59 años, domiciliado en el km 5 Monday del barrio San Miguel de Pdte. Franco, guardia de seguridad, quien manifestó a los intervinientes que él no vio nada raro y que el encargado del sistema de circuito cerrado no se encontraba en el lugar. El sugestivo robo está siendo analizado por los uniformados, quienes sospechan de una entrega y que el único perjudicado es el supuesto propietario de los celulares, el brasileño, cuyos datos no transcendieron. Agentes de Investigación de Delitos de la Policía fueron convocados en el sitio para levantar evidencias y encabezar las pesquisas. El caso fue comunicado a la agente fiscal de turno, Cinthia Leiva.
