El Ministerio de Trabajo intervino ayer la fábrica Hoahi SA, de capital chino. A principios de noviembre, una treintena de empleados fueron despedidos por conformar un sindicato, con el objetivo de mejorar las condiciones laborales. Luego de la desvinculación masiva, la patronal no pagó los haberes correspondientes, por lo que los afectados denunciaron ante la Oficina Regional del Trabajo, que convocó a una audiencia tripartita, pero no hubo acuerdo entre las partes.
Los funcionarios crearon el Sindicato de Trabajadores de HOAHI (SITRAHOAHI), ante la necesidad de que se cumplan las leyes laborales. A raíz de la conformación, la patronal decidió despedir a unos 30 empleados en represalia a la “rebeldía” de los mismos.
Desde la desvinculación masiva, los afectados acamparon frente a la industria, ubicada en el barrio Don Bosco de Ciudad del Este, para exigir el pago de indemnización. También realizaron la denuncia formal ante el Ministerio de Trabajo, sede regional, que convocó a una audiencia de conciliación, que se llevó a cabo el martes último, pero no se llegó a un acuerdo, por lo que se procedió a la intervención de la fábrica.
La representante legal de los extrabajadores, Adela Acuña, explicó que “el motivo real (de la desvinculación masiva) es una persecución sindical porque los funcionarios, cansados de los abusos laborales que vienen siendo sometidos desde hace varios años por esta maquiladora, conformaron un sindicato, según establece el Código Laboral”.
La abogada precisó que la “patronal está violando los derechos laborales de los empleados desde hace varios años porque la maquiladora opera las 24 horas y los empleados trabajan 12 horas de lunes a lunes. Ellos tienen el cobro de supuesto incentivo por todos esos trabajos extras que vienen haciendo, tienen que cobrar el 100% sobre el salario mínimo, pero la fábrica incumple al dar un monto irrisorio, ahora con la liquidación ni siquiera eso le quieren reconocer”.
Por su parte, Susana Verón, una de las afectadas, puntualizó que desde hace seis años trabaja en la empresa, en medio de condiciones infrahumanas, pues ni siquiera disponen de tiempo para el almuerzo. “Me callé por mucho tiempo y después me cansé. Al principio eran 10 minutos de almuerzo, luego reclamamos y nos dieron 15 minutos, se volvió a reclamar y alzaron a 20 minutos. No tenemos heladera, solo nos proveyeron un microondas, tenemos que estar en fila de cientos de personas para calentar la comida mientras la hora corre”, contó y añadió que si sobrepasan el horario establecido son suspendidos. Se trata de una de las tantas irregularidades cometidas por la maquiladora.
Respecto a la intervención, el director de la Oficina Regional del Trabajo, Julio Valdez, mencionó que en el caso de constarse irregularidades, la empresa será multada. “Si con la intervención se constatan las irregularidades, se remite un informe a la asesoría jurídica de Asunción y se le inicia un sumario administrativo. Si se comprueban las irregularidades, la empresa tendrá que pagar una multa”, indicó el funcionario.
Hasta anoche, los despedidos de la empresa seguían con la manifestación sobre la avenida Perú, cerrando media calzada, y los interventores continuaban con su trabajo en la fábrica.
LA EMPRESA
La empresa se dedica al rubro manufacturero textil, en segmentos de mesas, camas y baños, que son destinados al mercado del Brasil, donde se encuentra su matriz. La firma pertenece a la familia Jiang y emplea a unas 1.500 personas, en su mayoría jóvenes.
Según los datos, la fábrica se instaló en Ciudad del Este en la era del clan Zacarías, y se habría construido en medio de una avenida.