Varios precandidatos colorados a la intendencia de Ciudad del Este literalmente “se borraron del mapa” desde el inicio de la pandemia del Coronavirus, a principios del mes de marzo. Y luego de conocerse la decisión de aplazar las elecciones municipales hasta el 2021, los mismos ya ni siquiera activan en sus redes sociales, salvo esporádicas apariciones en donde buscan congraciarse con la ciudadanía, sin embargo no ofrecen nada de ayuda concreta, lo cual pone en serias dudas sus reales intenciones de ayudar a la ciudadanía más carenciada y que está más necesitada que nunca en estos tiempos difíciles.
Uno de los primeros en “desaparecer” y quien se hacía llamar como una especie de “Mesías” para CDE, es el joven Juan Marcel “Juancito” Pereira, considerado por propios y extraños como un paracaidista en la política, quien solamente gracias a sus buenas conexiones con el presidente Mario Abdo Benítez y el poder económico de su familia, aglomerado en tiempos del temible militante stronista Juan Eudes Pereira, padre de “Juancito”, llegó a figurar entre los candidatables. El joven, si bien tiene un discurso donde dice “distanciarse” de viejos vicios y figuras “escombro”, cuenta con el apoyo incondicional del clan Zacarías y también del movimiento Honor Colorado, del expresidente Horacio Cartes.
Esta semana, “Juancito” nuevamente tuvo atención de la opinión pública, pero no debido a alguna actividad proselitista, sino por aparecer en el caso de la conspiración contra el intendente Miguel Prieto.
Otro que también desapareció es el candidato Rolando Segovia, llamado irónicamente por muchos como “la sombra del gobernador” Roberto González Vaesken. Segovia, conocido planillero de la Universidad Nacional del Este, donde cobra un sueldo millonario sin trabajar, está desaparecido desde el inicio de la pandemia. Nobleza obliga decir que ya antes de la dramática situación generada por el Coronavirus, a Segovia sólo se le veía en actos oficiales de la Gobernación, en donde intentaba – sin mucho éxito – “vender” su candidatura a la ciudadanía esteña.
Fuentes fidedignas sostienen que Segovia es consciente de sus casi nulas posibilidades a raíz de la orfandad popular, por lo cual no se descarta que descabalgue en los próximos meses.
Tampoco puede dejar de mencionarse al empresario Juan Ramírez, otro de los precandidatos colorados a la capital departamental. Con un discurso pragmático, el comerciante hasta presentó algunas ideas interesantes, sin embargo ahora, que “las papas queman” con la crisis del Covid-19, es decepcionante su falta de solidaridad hacia la población que supuestamente defendería desde la intendencia.
Para sintetizar, resulta sumamente decepcionante la conducta de estos candidatos y es importante que la ciudadanía tenga en cuenta estas actitudes mezquinas y hasta cobardes de parte de personas que “salen de sus cascarones” sólo en tiempos de campaña política, pero el resto del tiempo están en otra cosa, incluso conspirando en algunos casos, y no les importa en lo más mínimo la suerte de sus conciudadanos menos favorecidos económicamente.