El presidente de la Junta Municipal de Presidente Franco, Roberto Brizuela (PLRA), utiliza una conexión clandestina de electricidad en su vivienda del km 7, barrio Ciudad Nueva, de Ciudad del Este. La irregularidad salta a la vista, pues la residencia ni siquiera contaría con el medidor de la ANDE. Los vecinos testifican que funcionarios del ente estatal están al tanto del caso, pero no actúan parar impedir el robo de energía y sancionar al concejal.
Roberto Brizuela, pese a ser titular de la corporación legislativa municipal de Presidente Franco, reside en Ciudad del Este, específicamente sobre la denominada “Calle 2.000”, en el populoso barrio Ciudad Nueva, a unos 500 metros de la avenida Julio César Riquelme. Vecinos del edil franqueño denuncian públicamente la conexión directa y, por lo tanto, el usufructo ilegal de la energía eléctrica desde hace bastante tiempo.
Los cables que conducen la electricidad a la residencia del concejal están conectados al tendido de media tensión de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) que, a su vez, están adheridos a la columna que se yergue en el paseo central de la avenida. Los cabos pasan de largo la muralla, sus extremos están amarrados a un árbol que está en el patio, que sirve como soporte, y de allí son llevados para su instalación al interior de la vivienda.
Los habitantes de dicho sector del barrio comentan que el concejal franqueño, Roberto Brizuela, reside en la casa dese hace un buen tiempo. De allí acude diariamente en una camioneta de alta gama a la vecina ciudad para ejercer el cargo de presidente de la Junta Municipal. Exponen además que el mismo estaría utilizando su influencia para cometer este tipo de irregularidades y mantenerse impune.
OTRAS “PERLAS”
El concejal liberal Roberto Brizuela funge como concejal en Presidente Franco por tres periodos, es decir, lleva casi 15 años en la Junta. Es un férreo defensor del intendente Roque Godoy, también del PLRA, con quien estaría llevando a cabo varios negociados en la institución comunal, de acuerdo a los informes.
Brizuela tiene en su foja denuncias por tráfico de influencias, es conocido además por sus extorsiones y entrega de terrenos municipales. También se confabula con el jefe comunal y con sus colegas para adjudicar licitaciones a empresas que responden a sus intereses, principalmente, económicos.
Una de sus últimas “perlas” fue el pedido de un lechón que hizo a un contratista de la comuna para no entorpecer un trabajo ilegal de tercerización de servicio de recolección de basura. A raíz de este hecho se ganó el mote de concejal “kure ra’y”. Sus detractores lo tildan de soberbio, autoritario y usa la Junta Municipal como propiedad privada. Se lo critica también por nepotismo, pues tiene a numerosos de sus parientes trabajando en la Municipalidad.
En un momento dado, incluso, llegó a impedir a periodistas y a sus colegas tomar fotografías durante la sesión ordinaria del órgano deliberativo municipal.
