Durante una patrulla por el lago de Itaipu, efectivos de la Armada Nacional se incautaron más de 100 kilos de marihuana prensada y paquetes de cigarrillos que presumiblemente iban a ser trasladados a territorio brasileño. Según los datos, al menos seis hombres a bordo de una embarcación, que navegaban el embalse, se dieron a la fuga hacia el Brasil cuando vieron la deslizadora de la Marina, abandonando “mercadería”. El procedimiento ocurrió ayer a las 14:40, en la jurisdicción del destacamento naval “Tttec. Oscar D. Escumbarti Galeano”, de la localidad de Pira Pyta, en Hernandarias.
Según el informe oficial de los agentes de la Marina, a la hora indicada, los mismos se encontraban realizando una patrulla preventiva por el lago de Itaipu cuando al alcanzar el lugar mencionado, divisaron una embarcación con al menos seis personas a bordo, quienes, al ver la embarcación de los marinos, dieron la vuelta y huyeron hacia el lado brasilero. Ante esta situación, los intervinientes se acercaron a la orilla, en el lado paraguayo, y allí encontraron 100 kilos y 220 gramos de marihuana, distribuidos en 94 panes, y 20 cajas de cigarrillos.
Inmediatamente, los navales comunicaron el hecho a los agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), y estos por su parte al fiscal Elvio Aguilera, de la fiscalía antidrogas de Ciudad del Este. Los intervinientes alzaron el cargamento y trasladaron a la base militar “Tttec. Oscar D. Escumbarti Galeano”, donde fue llevado a cabo el procedimiento de rigor.
CÓMPLICES
Esta incautación, más que un exitoso procedimiento, fue en realidad una operación fortuita, que terminó en la incautación de la carga de droga y las cajas de cigarrillos, solo porque fueron abandonados; de lo contrario, como en otros casos, el resultado de la patrulla habría sido sería infructuoso. Los recorridos de los efectivos de la Armada, supuestamente, solo sirven de fachada, ya que el verdadero negocio de los militares sería el de hacer la vista gorda ante los grandes cargamentos de droga y mercaderías de contrabando que cruzan a diario el lago Itaipu y el Paraná, en ambos lados de la represa. Según fuentes, los marinos incluso estarían cobrando por brindar protección a los presuntos narcos, contrabandistas y hasta a “cabriteros».
