
Tras reclamos de usuarios y funcionarios del Hospital Regional, un equipo de La Clave difundió la guarida de los indigentes que estaba instalada en el patio trasero del centro asistencial. Agentes de la comisaría jurisdiccional intervinieron y despejaron a los mendigos que convirtieron el espacio en un “boliche”. Se denunció que hasta mantenían relaciones sexuales de manera grupal a plena luz del día y nadie les molestaba; la gente tenía miedo porque son agresivos.
Desde hace tiempo se reclama que el Hospital Regional es invadido por personas adictas y peligrosas; la Policía no tiene la capacidad de ahuyentarlos definitivamente. El suboficial Adalberto Ramírez, de la sede policial cercana, manifestó que la comisaría no tiene dónde albergar a los mendigos y no cuenta con personal suficiente para destinar a vigilar el establecimiento de salud; solo con base en denuncias puntuales de hechos punibles.
Dicen que en la mencionada guarida se suelen juntar hasta 8 indigentes que se ponen a tomar bebidas alcohólicas y fumar; para completar la farra, hacen orgías (actos inmorales). Esta situación incomodó a los trabajadores y familiares de pacientes que recorren el sector y compartieron la información con la prensa. Se espera que el Estado tome acciones correspondientes al respecto y logre devolver la tranquilidad a los afectados.
Los mendigos no solo ensucian y defecan en cualquier parte del nosocomio, sino que también aprovechan algún descuido de los recurrentes del centro asistencial y los perjudican con hurtos de sus pertenencias. La policía logra aprehenderlos y los deriva al Ministerio Público, pero luego, en cuestión de horas, se los libera, para que los marginados vuelvan más animados y sin temor a ocupar su lugar, cometiendo lo mismo sin considerar respeto hacia nadie.
POCO INTERÉS
Se evidencia con estas situaciones que al Ministerio Público no le interesa actuar en representación de la gente; la población manifiesta que acude bajo temor al hospital público en busca de atención médica y son perjudicados por delincuentes que se apoderan del lugar. El criterio procesal que utiliza la fiscalía con los forajidos es muy generoso y hasta se puede considerar que los motiva a delinquir sin temor a consecuencias judiciales.
La directora médica, Dra. Cristina Torales, fue consultada al respecto y manifestó que las solicitudes de personal de seguridad están pendientes en el Ministerio de Salud Pública, pero no hay respuesta. La ciudadanía califica de inoperantes a los gobernantes de turno y lamenta que el predio de un hospital referencial no tenga vallas seguras que impidan el ingreso de malvivientes.