
Una investigación preliminar realizada en la región de la triple frontera (Brasil, Paraguay y Argentina) alerta sobre los efectos nocivos del uso de cigarrillos electrónicos, conocidos popularmente como “vape”. El estudio, desarrollado por la Liga Académica de Neumología Clínica (LANEC), entrevistó a 95 personas en Ciudad del Este y reveló datos preocupantes: más del 57% de los participantes desconocían la existencia de EVALI, una afección pulmonar grave asociada al uso de estos dispositivos.
Según el informe, el 50% de los encuestados afirmaron ser usuarios habituales de cigarrillos electrónicos y ya presentan evidencias clínicas de daños pulmonares. Otro 37% se considera usuarios esporádicos, pero también manifestaron síntomas de deterioro pulmonar, como tos persistente, fatiga y dificultad para respirar.
El estudio busca identificar casos no diagnosticados de EVALI (siglas en inglés de “lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillos electrónicos o vaporizadores”) y contribuir con datos que permitan un diagnóstico precoz de esta condición, cada vez más frecuente. «Muchos pacientes tienen EVALI y no lo saben. Esta enfermedad está subdiagnosticada», advirtió Walter Abrantes, director de la investigación.
La investigación, aún en curso, es pionera en su tipo en la región fronteriza y se espera que finalice en el plazo de un año. A lo largo del estudio, los investigadores aplicarán un cuestionario físico con 24 preguntas específicas para profundizar en los hábitos de consumo y síntomas asociados.
Como parte de las acciones de concientización, la LANEC presentó un pulmón artificial que simula el funcionamiento del órgano de un usuario de cigarrillos electrónicos. El modelo utiliza algodones que representan los alvéolos pulmonares, responsables del intercambio gaseoso en el cuerpo humano. En apenas un día de experimento, los algodones se tiñeron de negro, evidenciando la acumulación de impurezas.
El dispositivo fue exhibido durante un evento académico en un centro comercial de Ciudad del Este. Según los investigadores, una sola sesión con el cigarrillo electrónico equivale, en términos de toxicidad, a inhalar el contenido de 128 cajetillas de cigarrillos convencionales por día.
“La siguiente etapa será llevar esta información a las escuelas y espacios públicos. Es fundamental educar a la población sobre los riesgos reales del vapeo”, afirmó Ana Clara Pontes, presidenta de LANEC.