
Pese a ostentar el título de líder departamental del movimiento Fuerza Republicana (también conocido como Colorado Añetete), el diputado Luis “Tiki” González Vaesken evidencia un liderazgo cada vez más débil y carente de estructura en el Alto Paraná. Incluso, en Presidente Franco, municipio considerado su feudo electoral, la falta de dirección política se hace notoria, al punto de que hasta el momento no ha logrado definir un candidato oficial a intendente por su sector.
Actualmente, dos concejales, Hugo Mendoza y Luis Gallardo, se perfilan como posibles postulantes en la mencionada ciudad, pero sin respaldo firme, ya que deben someterse a una encuesta para definir quién competirá. Esta indefinición pone de manifiesto la fragilidad del movimiento que González lidera en la región, y pone en duda su verdadera influencia dentro de la estructura partidaria colorada.
El propio González ya no se anima a volver a competir por la intendencia de Presidente Franco, luego de su derrota en las últimas elecciones municipales. A pesar de su retroceso político a nivel local, sus aspiraciones personales parecen haberse redirigido al plano nacional: ahora busca posicionarse como eventual candidato a la vicepresidencia de la República para el 2028, acompañando una eventual postulación presidencial de Arnoldo Wiens.
De hecho, Wiens viene realizando visitas reiteradas al Alto Paraná, incluyendo una nueva gira política ayer jueves 1 y hoy viernes 2 de mayo, de la mano del propio “Tiki”. Estos movimientos confirman la ambición de González de proyectarse a nivel nacional, a pesar de que su influencia en el territorio que representa es cada vez más cuestionada.
El debilitamiento político de “Tiki” también se refleja en otros municipios clave del departamento. Ni en Ciudad del Este, ni en Hernandarias, ni en Minga Guazú —tres de las principales ciudades del Alto Paraná— Fuerza Republicana cuenta con candidatos consolidados. En consecuencia, el movimiento que alguna vez pretendió ser la alternativa colorada al oficialismo hoy carece de fuerza real en uno de los departamentos más importantes del país.
La situación es aún más paradójica si se tiene en cuenta que el propio hermano del diputado, Roberto González Vaesken, exgobernador departamental, suena como uno de los posibles candidatos a intendente de Ciudad del Este. Sin embargo, lo haría bajo el ala del movimiento oficialista Honor Colorado, y no con el respaldo de Fuerza Republicana. Según trascendidos, “Tiki” incluso habría adelantado que no apoyaría la candidatura de su hermano, quien anunció que solo se presentaría como postulante por Concordia Colorada, lo que implicaría una chapa de consenso sin pasar por internas.
Más allá de sus aspiraciones políticas, la gestión parlamentaria de Luis “Tiki” González también es blanco de críticas. Es considerado uno de los diputados más improductivos del Alto Paraná, sin propuestas legislativas relevantes más allá de algunos proyectos ligados al ámbito educativo, área en la que tiene intereses personales como propietario de una universidad privada en Presidente Franco.
Recientemente, su nombre volvió a aparecer en la agenda pública, pero no precisamente por motivos políticos. Su hijo se vio involucrado en un accidente de tránsito en Asunción y, según denunciaron los afectados, no se hizo cargo de los daños ocasionados ni prestó asistencia a las víctimas, generando nuevamente críticas hacia el legislador y su entorno.
En este contexto, la figura de “Tiki” González Vaesken parece alejarse cada vez más del liderazgo real y efectivo en el Alto Paraná, al tiempo que insiste en proyectarse hacia una candidatura nacional. Su falta de estructura territorial, su escasa gestión parlamentaria y los conflictos familiares internos reflejan una figura política en franco retroceso, cuya aspiración de integrar una chapa presidencial en 2028 parece, por ahora, más una ambición personal que una posibilidad sustentada por la realidad electoral.