
Para hacer honor al Día del Trabajador, hacemos referencia a la historia de don Eulogio González, un anciano que se mantiene leal a su trabajo frente al Hospital Regional. Vende mate y tereré desde hace 30 años y no quiere fallar ni un día, salvo que se enferme mal, dijo. Asume el compromiso de proveer a sus clientes las deliciosas bebidas nacionales.
El longevo trabajador tiene una rutina diaria de trasladarse de madrugada desde el km 5,5 La Blanca hasta la rotonda de Oasis y al amanecer llega a su puesto frente mismo al Hospital Regional. Debajo de un árbol tiene su precaria casilla donde guarda los elementos de su labor cotidiana; vende remedios yuyos, agua caliente, yerba mate y, más tarde, complementa con hielo y las hierbas naturales para saborizar el tradicional tereré.
El hombre de tercera edad recordó que lleva más de 30 años vendiendo sus productos en ese lugar y le ha tocado conocer a muchos médicos y familiares de pacientes que pasaron por allí. De todo un proceso de cambios en la estructura que surgieron durante este tiempo fue testigo y añora que se concrete el Gran Hospital del Este porque la población lo merece. En síntesis, el abuelo no tiene una buena remuneración, pero le sirve para que sus hijos sobresalgan en la vida y él se siente conforme con su trabajo ofreciendo sabores a la gente.
Incluso, algunos clientes entre bromas le dicen: “Don Eulogio tiene más remedios en su mesa que la farmacia del Hospital Regional”. Lo que cada día le motiva es el trato amable que le brinda la gente en ese espacio; se esmera en ofrecer las mejores mezclas de sus bebidas para lograr que su clientela siempre quiera retornar y lo consigue hasta hoy, refirió.