
En una acción coordinada la Receita Federal y la Policía Federal brasileras lanzaron un operativo de alto impacto contra el lavado de dinero proveniente del tráfico internacional de drogas. Bautizada como Operación Forlands, la ofensiva es la más reciente arista de una investigación iniciada en 2024, bajo el nombre Follow the Money, y expone cómo el crimen organizado se ha infiltrado en sectores aparentemente legales de la economía brasilera.
Lujo, fachada y crimen. Esos son los pilares sobre los que se erige el esquema desmontado ayer por las autoridades brasileñas y que tienen sus tentáculos en la región de las Triple Frontera a través del tráfico de drogas, armas, municiones y el contrabando.
En total, se ejecutaron siete órdenes de búsqueda y aprehensión en los estados de Santa Catarina y el vecino estado brasilero de Paraná, con la participación de auditores fiscales y analistas tributarios, además de un contingente de la Policía Federal. Las acciones se centraron especialmente en Itapema, ciudad costera que se ha convertido en un imán para inversiones inmobiliarias, algunas ahora sospechadas de tener origen ilícito.
Durante los allanamientos, vehículos de lujo, camiones y documentación clave fueron incautados. Los investigadores descubrieron que los bienes eran adquiridos con dinero del narcotráfico, muchas veces a través de terceros —conocidos como “laranjas”— o empresas de papel. La estrategia: fraccionar el patrimonio, dificultar el rastreo y, finalmente, simular ventas subvaluadas que completaban el ciclo de blanqueo.
Pero el crimen no se detuvo en la compra de automóviles. El dinero sucio también se vertió en el sector de la construcción civil. La investigación reveló que edificios residenciales y comerciales en el litoral catarinense fueron financiados con estos recursos. Las unidades luego eran vendidas a terceros o transferidas a testaferros, generando rentabilidad adicional y una apariencia de legalidad.
La Receita Federal estima que el esquema movió más de R$ 100 millones solo en 2024, y que el fisco podrá recuperar al menos R$ 30 millones en créditos tributarios como resultado de esta operación. Los implicados ya fueron intimados para el inicio de acciones fiscales, abriendo así un nuevo frente en el combate al crimen financiero.
Sergio Savaris, auditor-fiscal y vocero del operativo, subrayó la importancia de la colaboración entre entidades. “La Receita Federal no solo investiga fraudes tributarios, sino que también juega un rol esencial en la seguridad pública cuando el crimen organizado intenta camuflarse en la economía formal. Esta operación es una muestra clara de lo que podemos lograr cuando trabajamos de forma integrada con la Policía Federal y otras instituciones de justicia”.