
Una fuerte polémica envuelve a la Fundación Tesãi tras la entrega de uniformes anuales a sus funcionarios. Mientras que el personal administrativo recibió prendas de vestir confeccionadas por una reconocida empresa, los demás trabajadores denuncian haber recibido uniformes de pésima calidad, fabricados por una empresa de Ciudad del Este. La situación genera malestar e indignación, especialmente al considerar que los empleados deben abonar entre un 20% y un 50% del costo de estas prendas defectuosas. Según denunciaron los propios funcionarios de la entidad, este hecho podría tratarse de un nuevo “negociado” orquestado por el cuestionado gerente ejecutivo de Tesãi, Fernando Bittinger, y su equipo de administración.
Las quejas se centran en la deplorable condición de los uniformes entregados, calificados como “prácticamente inservibles”. Los trabajadores señalan errores evidentes en la confección, como etiquetas cruzadas donde unpo destinado a nutricionistas presenta la leyenda “laboratorio”. Esta situación, sumada a la mala calidad general de las prendas, genera un profundo descontento entre el funcionariado.
“Se hizo todo mal”, lamentan los funcionarios, quienes además cuestionan la falta de transparencia en el costo real de los uniformes. “Nos descuentan entre el 20 y el 50 %, y ni siquiera nos dicen cuánto costaron realmente estos uniformes, hechos de tan mala manera”, afirman.
Según la información recabada, la Fundación Tesãi realiza la confección de uniformes una vez al año. En esta ocasión, el proceso se dividió en dos partes. Mientras que la parte administrativa (recepcionistas, secretarias, etc.) recibió uniformes de la empresa “Eneache”, calificados como de “súper buena” calidad, el resto del personal fue provisto por una empresa de Ciudad del Este, vinculada a una “exmodelo amiga” de los gerentes de Tesãi.
Este no sería un hecho aislado. El año pasado, la misma empresa fue la encargada de la confección, con una entrega prevista entre noviembre y diciembre. Sin embargo, debido a la mala calidad de las prendas, se tuvieron que realizar nuevas mediciones en diciembre y se devolvió la totalidad de los uniformes para su arreglo. Tras estas modificaciones, los uniformes volvieron a entregarse en condiciones igualmente deficientes.
“A nadie le quedó bien, los uniformes vinieron torcidos, bordados mal hechos, parecieran pijamas, les quedan como bolsas de papa a los funcionarios”, denuncian con frustración. La incertidumbre sobre el precio real de los uniformes y la obligación de pagar una suma considerable por un trabajo mal ejecutado agravan aún más el malestar de los trabajadores de la Fundación Tesãi.
CONVENIOS CON SEGUROS PRIVADOS GENERAN SATURACIÓN
La Fundación Tesãi además recibe críticas debido a la reciente suscripción de convenios de atención médica con aseguradoras privadas como Sermed y Asismed, destinadas a cubrir a los funcionarios judiciales del Alto Paraná. Sin embargo, esta decisión ha generado una preocupante saturación de los servicios de la fundación, según las denuncias de usuarios y funcionarios.
La controversia se agudiza debido a la falta de representación directa de Asismed en el décimo departamento (Alto Paraná). Esta ausencia llevó a la firma de un “subacuerdo” con Sermed para atender las necesidades médicas de los asegurados en Ciudad del Este. No obstante, la oferta de Sermed se limita a tres sanatorios locales: el Sanatorio Central, el Sanatorio Internacional y el Sanatorio Medicost, los cuales, según los denunciantes, no cumplen con los estándares necesarios para brindar una atención médica adecuada a los usuarios.
La reciente incorporación de la Fundación Tesãi como prestadora de servicios para estos asegurados, lejos de mejorar la situación, provocó una mayor presión sobre sus instalaciones y personal, llevando a la saturación denunciada.
Las raíces de este problema se remontan a 2014, cuando la Corte Suprema de Justicia inicialmente rechazó la propuesta de Asismed debido a su incapacidad para garantizar cobertura en el interior del país. Sorprendentemente, en 2017, la misma entidad judicial adjudicó finalmente a Asismed el contrato para proveer seguro médico a los trabajadores judiciales a nivel nacional. Hoy en día, Asismed se ha consolidado como la principal proveedora de seguro médico para los funcionarios públicos del Paraguay. Sin embargo, su carencia de presencia física en Alto Paraná dejó a los empleados del Poder Judicial de la región en una posición vulnerable, dependiendo de acuerdos con terceros que, según las denuncias, no satisfacen sus necesidades.