En una acción coordinada y silenciosa, la Policía Federal de Brasil (PF) desplegó el operativo “Piratas de BR” en el Estado de Paraná, con el objetivo de desmantelar una organización criminal que se dedicaba a asaltar a turistas brasileños, conocidos como “sacoleiros”, que vienen a comprar artículos electrónicos, informáticos, celulares, entre otros.
El operativo se concentró en los municipios de Santa Terezinha de Itaipu, Itaipulândia y San Miguel de Iguazú, donde unos 25 agentes federales ejecutaron seis allanamientos y cumplieron tres órdenes de detención emitidas por el Tercer Juzgado Federal de Foz de Yguazú. Las acciones forman parte de una investigación que comenzó en octubre de 2024, luego de un violento asalto que derivó en un tiroteo con saldo de un policía herido y un delincuente abatido.
La gavilla se especializaba en robar mercaderías adquiridas en Paraguay, ya sea de manera legal o de contrabando. Las víctimas eran seleccionadas meticulosamente: viajeros que cruzaban la frontera para hacer compras y retornaban cargados de productos, muchas veces sin imaginar que estaban siendo seguidos desde el momento en que pisaban suelo brasileño.
El punto clave del atraco era la conocida carretera BR-277, eje comercial y logístico del sur brasileño. Allí, un segundo grupo armado interceptaba los vehículos en pleno trayecto, ejecutando los asaltos con violencia y precisión.
La estrategia de la banda incluía el uso de informantes, conocidos como “fiteiros”, que se movían como peces en el agua en el ambiente fronterizo: hoteles, guardaequipajes, estacionamientos y hasta empresas de transporte informal. Estos actores proporcionaban datos como tipo de carga, valor estimado, vehículo, horario de salida y destino.
Durante los allanamientos, la PF encontró en la casa de uno de los detenidos mercadería de origen paraguayo, un arma de utilería y hasta uniformes falsificados de la Policía Civil, elementos que probablemente eran utilizados para confundir a las víctimas o simular controles oficiales durante los atracos.
El nombre del operativo, Piratas de BR, no es casual. Evoca la figura del asalto violento, planificado, que se apodera de mercancías en tránsito como en los antiguos mares infestados de piratas. Solo que en este caso, el océano es una carretera federal, y las víctimas, simples ciudadanos que buscaban mejorar su economía con compras fronterizas. La investigación sigue su curso. Las autoridades brasileñas no descartan nuevas detenciones, ya que el esquema criminal tiene ramificaciones aún no completamente identificadas.
