
La Triple Frontera sintió la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer aranceles adicionales del 10% a productos originarios de Brasil, Paraguay y Argentina. Este hecho desató una inmediata reacción en los mercados cambiarios de Ciudad del Este (Paraguay) y Foz de Yguazú (Brasil), dos ciudades vecinas intrínsecamente ligadas por un intenso flujo comercial. Si bien se produjo una baja en la cotización del dólar, no fue lo suficiente para beneficiar el comercio fronterizo.
El impacto del anuncio no se hizo esperar en las pizarras cambiarias. El jueves 3 de abril, el dólar experimentó un descenso notable, llegando a cotizarse en torno a los 5,72 reales. Sin embargo, esta caída, que en principio podría haber significado un respiro para los compradores brasileños que cruzan diariamente la frontera en busca de precios más competitivos en productos paraguayos, demostró ser efímera.
Para el viernes 4, la moneda estadounidense ya mostraba signos de una leve recuperación, aunque aún se mantenía por debajo de los niveles de estabilidad observados en las semanas precedentes. La volatilidad se intensificó durante el fin de semana, y en la mañana del sábado 5, las casas de cambio en la frontera exhibían una significativa oscilación en la cotización de venta del dólar, con precios que fluctuaban entre los 5,85 y los 5,92 reales. La tendencia alcista se consolidó, y para ayer lunes, el dólar ya había alcanzado la barrera de los 6 reales.
Estas fluctuaciones, aunque puedan parecer mínimas a primera vista, tienen un efecto dominó en una economía regional fuertemente dolarizada y cuya subsistencia depende en gran medida del comercio transfronterizo. La incertidumbre generada por la volatilidad cambiaria siembra cautela entre los compradores brasileños, quienes diariamente cruzan el Puente de la Amistad en busca de una amplia gama de productos, desde electrónicos y perfumes hasta indumentaria, atraídos por los precios más accesibles que ofrece Ciudad del Este.
Más allá del tipo de cambio en sí, la modalidad de pago se erige como un factor crucial a la hora de determinar el costo real de una compra. En un intento por mitigar el impacto de las tasas de cambio desfavorables, numerosos comercios en Ciudad del Este han adoptado el sistema de transferencias instantáneas brasileño PIX, una alternativa que elude las elevadas comisiones asociadas al uso de tarjetas de crédito o débito internacionales.