
Un conductor de la plataforma Bolt, completamente ebrio, se llevó por delante un motocarro estacionado frente a una panadería en el asentamiento Belén de Ciudad del Este y dejó malherida a una mujer que se encontraba en la carrocería del triciclo. Tras el impacto, el conductor del automóvil no detuvo la marcha y se dio a la fuga, sin embargo, su vehículo dejó de funcionar a unos 1.500 metros del lugar del hecho y fue alcanzado por vecinos, quienes lo golpearon antes de entregarlo a la Policía. El hombre fue sometido a la prueba del alcotest, cuyo resultado fue positivo. El suceso ocurrió alrededor de las 21:15 del domingo sobre la avenida San Martín, km 4,5, lado Acaray de Ciudad del Este.
El protagonista está identificado como Cristian Darío Cáceres Gómez (35), con antecedentes por abuso sexual en niños, conductor de un automóvil Toyota Vitz, año 2005, de color celeste, con matrícula AANA 076, registrado a nombre de Meisy Marina Cáceres Velázquez
De acuerdo al informe policial de la comisaría 4ª del barrio Pablo Rojas de Ciudad del Este, el hombre se encontraba completamente borracho al momento de chocar violentamente contra el motocarro de la marca Star SKCARG200, color azul, que estaba estacionado frente a una panadería. En el triciclo se encontraba Silfide Cardozo Oviedo, de 62 años, quien sufrió un fuerte golpe en la cabeza y continúa internada en el pabellón de traumas de Ciudad del Este. Con ella también estaba un niño, cuyos datos no trascendieron, quien resultó ileso milagrosamente.
El motocarro era conducido por Adolfo Méndez, de 66 años, esposo de la víctima, quien había ingresado al local comercial para realizar compras cuando se produjo el accidente. Al escuchar el impacto, salió corriendo y encontró el motocarro volcado y a su esposa tendida sobre el asfalto.
En tanto, el conductor del vehículo no se detuvo tras el accidente y huyó del lugar a gran velocidad, dejando a las víctimas sin auxilio. Sin embargo, un grupo de vecinos que presenciaron lo ocurrido lo persiguieron en vehículos particulares y lo alcanzaron a unos 1.500 metros del sitio del hecho, donde el rodado visiblemente dañado dejó de funcionar. Tras interceptarlo, lo redujeron a golpes y lo devolvieron al lugar del accidente, donde ya se encontraba personal de la Policía Nacional.
Los intervinientes trasladaron al conductor y a los vehículos involucrados hasta la comisaría jurisdiccional. El caso fue comunicado al agente fiscal Osvaldo Zaracho, quien ordenó la prueba de alcotest para el conductor, que arrojó un resultado positivo de 0,190 m/l de alcohol en sangre, confirmando su estado de ebriedad al volante. A pesar de la gravedad del hecho, el fiscal dispuso la libertad del conductor y la incautación de ambos vehículos para el procedimiento de rigor.