
Un nuevo accidente laboral en la empresa Brasfumo del Paraguay SA, ubicada en Minga Guazú, vuelve a poner en evidencia las precarias condiciones de seguridad en la fábrica de filtros para cigarrillos. Pese a que la situación no es nueva, el Ministerio del Trabajo no tomó iniciativas para salvaguardar la integridad de los trabajadores de esta empresa, evidenciando una vez más su nula presencia en el Alto Paraná y su falta de interés en proteger a los trabajadores. Cuando hay reclamos, simplemente alegan en la Dirección Regional del Trabajo que “no tienen poder de decisión y que dependen de Asunción para cualquier fiscalización o trámite”.
El incidente en Brasfumo ocurrió en lunes último, cuando la remera de un trabajador quedó atrapada en una máquina industrial, lo que pudo haber desencadenado una tragedia de mayores proporciones.
El afectado, identificado como Wilfrido Olázar Vázquez, domiciliado en el km 16 Acaray de Minga Guazú, operaba una máquina cuando su prenda de vestir fue succionada por el mecanismo. Afortunadamente, el motor se detuvo antes de que el operario fuera arrastrado por completo, aunque sufrió una lesión en el brazo. Agentes policiales intervinieron en la fábrica, donde fueron recibidos por el argentino Sebastián Gerardo Torres, quien relató lo sucedido.
Este no es el primer accidente registrado en la tabacalera, según denunciaron empleados que, por temor a represalias, prefieren mantenerse en el anonimato. Señalan que la empresa no provee a los trabajadores de equipos de seguridad adecuados y que, además, se violan constantemente sus derechos laborales. Afirman que deben cumplir jornadas laborales superiores a las ocho horas diarias sin recibir remuneración por horas extras.
TOTAL INACCIÓN DEL MINISTERIO DEL TRABAJO
A pesar de las reiteradas denuncias, el Ministerio del Trabajo no ha intervenido en la empresa para verificar el cumplimiento de las normativas laborales y de seguridad. Fuentes de la cartera laboral confirmaron que Brasfumo no cuenta con protocolos adecuados de prevención de accidentes y que no se realizan inspecciones en la fábrica.
La situación se agrava debido a la reducción de personal fiscalizador en la oficina regional del Trabajo en Alto Paraná. Actualmente, solo dos inspectores deben cubrir, además de este departamento, los de Itapúa, Caaguazú, Caazapá y Canindeyú, lo que hace prácticamente imposible un control efectivo. Esta falta de supervisión deja a decenas de trabajadores expuestos a sufrir accidentes que incluso pueden resultar fatales.
El actual director regional del trabajo es Nelson Brítez, quien asume una posición pasiva ante las denuncias y prácticamente no impulsa ningún tipo de control sobre las industrias, donde obreros desempeñan tareas de peligrosidad. Así como están las cosas, el Ministerio del Trabajo es una figura meramente decorativa en el décimo departamento y sus funcionarios son planilleros, ya que no cumplen ninguna función específica, mencionaron nuestras fuentes.
BRASFUMO, INVESTIGADA POR LAVADO Y OTROS DELITOS
La tabacalera Brasfumo ya había estado en la mira de las autoridades en el pasado. En agosto de 2022, el entonces presidente de la Comisión Bicameral de Lavado de Dinero (CBI), senador Jorge Querey, denunció que Brasfumo y otras tabacaleras del país estaban vinculadas con una firma señalada en Estados Unidos por tráfico de materiales nucleares.
Según las investigaciones de la CBI, la empresa DWA Private Limited, con sede en Singapur y dedicada al reacondicionamiento de máquinas para la fabricación de cigarrillos, mantenía vínculos comerciales con Brasfumo. Esta firma estaba siendo investigada por organismos de control financiero de EE.UU. por operar con Corea del Norte y por sospechas de lavado de dinero a través de transferencias bancarias de alto riesgo.
El informe de la CBI también advertía sobre movimientos financieros irregulares en la tabacalera paraguaya, como el uso sospechoso de múltiples cuentas, transferencias sin justificación económica y la utilización de prestanombres en operaciones internacionales.
Las constantes denuncias contra Brasfumo del Paraguay ponen en entredicho no solo a la empresa, sino también al Ministerio del Trabajo, que no cumple con su función de fiscalización y control. Mientras no se adopten medidas concretas para garantizar la seguridad de los trabajadores y el respeto a las normativas laborales, seguirán ocurriendo accidentes que ponen en riesgo la vida de quienes dependen de estos empleos para subsistir.