Foz de Yguazú, Brasil, y Ciudad del Este, Paraguay, comparten un vínculo estrecho a través del Puente de la Amistad. Sin embargo, quienes lo atraviesan de noche se encuentran con un panorama inquietante debido a la oscuridad que, hubiera sido peor, si no fuera por los faros de los vehículos. Los problemas en el sistema de iluminación no son algo nuevo; sin embargo, hasta el momento solo ha tenido respuestas a medias.
La falla en las luminarias no es reciente y, si no fuera por el flujo constante de vehículos, este paso estaría completamente a oscuras en horas de la noche. A mediados del año pasado, en respuesta a los reiterados reclamos, la Municipalidad de Foz de Yguazú inició la reparación de la mitad del sistema de iluminación. No obstante, el esfuerzo quedó inconcluso, y con el tiempo las luminarias restauradas dejaron de funcionar por falta de mantenimiento.
La situación ha despertado inquietud no sólo entre los usuarios del puente, sino también en las autoridades de control aduanero y seguridad. La ausencia de luz aumenta los riesgos de accidentes y facilita la comisión de delitos, en una zona de por sí transitada y compleja.
El último proyecto de revitalización del puente concluyó en junio de 2016 tras un año y medio de trabajos. Con una inversión de G. 17.000 millones financiados por el Gobierno brasilero, las reformas incluyeron mejoras estructurales, la instalación de un techo protector para peatones y cambios en la valla de seguridad. Sin embargo, la iluminación, esencial para la seguridad de este paso internacional, sigue siendo una deuda pendiente.
El puente, considerado una de las fronteras más dinámicas de Sudamérica, ve el tránsito diario de 42.000 vehículos y 83.000 personas, según datos de la Receita Federal de Brasil. La mayor parte de los vehículos (64,14%) tienen matrícula paraguaya, con predominio de motocicletas y automóviles.
El Ministerio Público Federal de Brasil ya ha emitido una nota al Departamento Nacional de Infraestructura de Transportes (DNIT), instándolo a mejorar las condiciones del acceso al puente en territorio brasileño. Se ha sugerido la construcción y reparación de aceras, barandillas y pasarelas, así como una mejor señalización.
