La construcción del Hogar de Cristo San Miguel, ubicado en el kilómetro 10 Monday de Ciudad del Este, se encuentra en su etapa final y está próxima a ser entregada. Este ambicioso proyecto, llevado adelante con el apoyo de ItaipU Binacional, busca brindar una respuesta concreta a la problemática de la adicción en la región. El centro será un pilar fundamental en la rehabilitación y reinserción social de personas afectadas por el consumo de sustancias psicoactivas.
Durante su visita por la zona, el nuncio apostólico, Mons. Vincenzo Turturro, y el obispo de Ciudad del Este, Mons.r Pedro Collar, recorrieron el establecimiento. Acompañados por el padre Fulgencio Ferreira, responsable de la Pastoral de Prevención, Espiritualidad y Tratamiento (PAPETRA), observaron las instalaciones y destacaron el valor de la obra en el contexto social y eclesial.
El padre Ferreira explicó que PAPETRA trabaja en un modelo científico de rehabilitación, el cual será implementado en el centro. «Estamos avanzando con el Ministerio de Salud para ampliar la cobertura de la clínica del barrio San José y abrir un centro comunitario que funcione las 24 horas», afirmó, enfatizando la necesidad de un enfoque holístico para tratar la adicción, ya que esta problemática no solo afecta a los consumidores, sino también a sus familias y a la sociedad en su conjunto.
El sacerdote resaltó la importancia del trabajo que se realizará en el Hogar de Cristo San Miguel, un espacio donde los usuarios podrán aislarse temporalmente de los entornos de consumo y distribución de drogas. «Mientras ellos están aquí, también trabajamos con sus familias para que puedan recibirlos nuevamente y ayudarles en su reinserción», agregó.
La visita del nuncio apostólico y del obispo diocesano no solo resalta la relevancia del proyecto, sino que también refuerza el compromiso de la Iglesia con la lucha contra las adicciones y el acompañamiento de quienes buscan una segunda oportunidad. «Detrás de cada problema hay una familia, hay un ser humano», reflexionó el padre Ferreira, subrayando la dimensión social y moral de la problemática.
El evento concluyó con palabras de aliento por parte de Mons. Turturro y Mons. Collar, quienes resaltaron la importancia del apoyo comunitario para lograr la efectividad de estos programas. Con la inminente apertura del centro, se abre un nuevo capítulo en la atención y el tratamiento de la adicción con un enfoque único en el país.
