
Patricia Riquelme es la mujer que llamó a la prensa ayer para buscar ayuda. Necesita repatriar a dos sobrinos que murieron en un incendio en Brasil hace 14 días. Su hermano, su cuñada y una sobrina quedaron a la deriva tras el suceso y requieren de apoyo para regresar al país. Los niños fallecidos permanecen en una morgue refrigerada, mientras que los adultos se quedaron sin plata para afrontar el gasto diario y apelan a la solidaridad de sus compatriotas para regresar a Paraguay. Facilitó su contacto: 0986 666438.
Patricia comentó que su hermano, Diosnel Riquelme, fue con su pareja, una hija de 20 años y dos niños de 3 años; uno su hijo y el otro, nieto, a Tapira, Estado de Paraná, Brasil. La pareja, hace seis meses que estaba trabajando en la cosecha de mandioca y, mientras, la joven madre de 20 años cuidaba de su retoño y del hermanito en un alquiler. Luego se presentó una tragedia que cambió la vida de ellos: un incendio acabó con los menores y el dinero que ahorraron se quemó.
La mujer se encuentra desesperada por desear traer a su hermano y familia, además los cuerpecitos de los menores calcinados. Necesitan que alguien los asesore para gestionar los papeles de la repatriación. Afirmó que literalmente se quedaron con lo que tenían puestas de ropas y sin el dinero que estaban ahorrando en la casa se redujo a cenizas durante el siniestro.
Patricia es de escasos recursos y vive en el km 12 Acaray, a unos 6.000 metros de la Ruta PY02. Ya le recomendaron llamar al cónsul paraguayo en Foz de Yguazú, Brasil, Iván Airaldi, y a un ministro, pero tiene un protocolo que le cuesta asimilar; sus familiares están pasando penurias en el vecino país por lo ocurrido, relató. Confía en que personas de buen corazón van a responder como exige la necesidad; urge la repatriación para poder despedir a los menores y abrazar a sus seres en este duro momento.
MOTIVO
La mujer habló del motivo del viaje de su hermano y familia hasta Brasil; dijo que antes vivían en Capiibary y, en busca de bienestar, vinieron a Ciudad del Este a trabajar. Mientras eso, le surgió una propuesta de viajar a Tapira (queda a unos 350 km de CDE) para trabajar en la cosecha de mandioca. Hace seis meses que se encontraban bien con esa actividad y luego les sucedió la tragedia del incendio que pintó de negro su vida. Los menores murieron calcinados, mientras la joven madre que los cuidaba también sufrió rasguños en el intento de auxilio.
Su cuñada quedó hospitalizada tras enterarse del hecho; su hermano no puede dejarlos y, por ende, no puede trabajar. Se ruega la ayuda de gente solidaria y pudiente para orientarlos y por ello facilitaron los teléfonos: 0986 666438 (Patricia) y 0975 135729 (Cristian Riquelme).