
En una fugaz visita a la Fiscalía regional de Ciudad del Este, el nuncio apostólico de Su Santidad, Vincenzo Turturro, se dirigió al auditorio compuesto por el fiscal adjunto, Jorge Sosa, agentes fiscales y funcionarios. Pidió empatía, valor y coraje en la administración de justicia, fundamentalmente con aquellos más vulnerables. Las grandes obras de Dios comienzan siempre en las pequeñas cosas, resaltó.
La comitiva estuvo también integrada por el obispo diocesano Pedro Collar, el presbítero Darío Britos, párroco de la catedral San Blas; el titular de PAPETRA, Fulgencio Ferreira, y el asesor jurídico de la Diócesis, Wilson Benítez, quien fue nexo para la llegada del representante del Vaticano en Paraguay a la sede de la Fiscalía. La presentación estuvo a cargo del obispo Collar y luego nuncio se dirigió a los presentes.
Turturro fue bastante duro, pero muy diplomático en su breve discurso en el que pidió a los agentes fiscales observar las leyes en cada una de sus decisiones.
CAMINAR CON LA JUSTICIA
Pidió al auditorio practicar la justicia con humanidad, recordando algunas citas del Papa Francisco, de quien dijo que hoy día necesita de nuestras oraciones, y se sumó de manera personal al pedido. Sin mencionar causas específicas, recordó a las autoridades que los justiciables son, primero, seres humanos y, en ese sentido, insistió en el estricto cumplimiento del derecho sin mirar “beneficios personales”.
Insistió en la humanización de la justicia al tiempo de mencionar su visita al correccional Juana María de Lara, donde encontró un elevado porcentaje de jóvenes recluidas, e invitó a buscar la forma de evitar la delincuencia juvenil. Agregó que la Iglesia colabora en la búsqueda de oportunidades para una vida más digna. La persona humana es el centro de toda la vida, señaló el representante del Papa.
DAR VALOR A LA JUSTICIA
Sobre su presencia en la Fiscalía, el nuncio Turturro refirió que es su responsabilidad acercar la bendición del Papa a la feligresía católica, “de modo que tengamos una vida habitada por la fe, la esperanza y la caridad. Que las decisiones tomadas en la difícil misión de la Fiscalía se ajusten a derecho, atendiendo las causas sin diferencias, sea quien fuere el investigado. Entre hombres, podemos mentirnos, pero a Dios, no”, puntualizó.
Lo material es parte de la vida, pero ello debe conseguirse con justicia y sin ensuciarse las manos ni la conciencia, como consecuencias, dijo finalmente el nuncio.