La creciente inseguridad en Foz de Yguazú, Brasil, mantiene en zozobra a los taxistas paraguayos que cruzan la frontera diariamente para cumplir con su labor. El temor a ser víctimas de violentos asaltos es constante y la situación se agrava ante la falta de acciones efectivas por parte de las autoridades del vecino país.
El último episodio de violencia ocurrió el fin de semana, cuando un taxista paraguayo fue asaltado a plena luz del día a escasos metros de la aduana brasilera. El hecho se registró sobre la avenida BR-277, donde dos delincuentes a bordo de una motocicleta interceptaron un automóvil Toyota Ipsun y, a punta de arma de fuego, obligaron al conductor a detenerse. Los asaltantes hicieron descender al pasajero y a continuación uno de ellos se apoderó del volante para huir del lugar.
Testigos del hecho lograron captar imágenes del asalto, que se desarrolló en cuestión de minutos ante la mirada impotente de otros conductores, quienes no pudieron intervenir debido a la falta de seguridad. Horas después, otro automóvil robado, un Toyota Fielder blanco, con chapa ANR 742 (foto), fue encontrado abandonado en una zona boscosa del lugar conocido como Jardín Jupira, en el lado brasilero. El vehículo presentaba daños materiales en las puertas y el capó. Se presume que los delincuentes buscaban productos electrónicos de alto valor que las víctimas podrían estar transportando.
GRUPO DELICTIVO
Florencio Sosa, presidente de la Asociación de Taxistas de Ciudad del Este, denunció que desde hace cinco meses los trabajadores del volante son acechados por un grupo delictivo que opera en la frontera, atacando con violencia a los compatriotas para despojarlos de sus vehículos y de las mercaderías transportadas. “El servicio que realizamos es cada vez más peligroso. No sabemos si vamos a regresar con vida. Lamentablemente, aunque denunciamos ante la Policía Federal, los bandidos son capturados, pero rápidamente liberados. No contamos con el respaldo de las autoridades brasileras y mucho menos de las paraguayas”, lamentó Sosa.
Según el dirigente, en algunos casos los vehículos son recuperados, pero en otros, los delincuentes exigen rescates que oscilan entre 1.500 y 2.000 reales para devolver los automóviles. De no recibir el pago, los criminales queman o abandonan los rodados. Hasta la fecha, se contabilizan al menos diez víctimas de asaltos similares en el cruce fronterizo. Sosa solicitó la urgente intervención de las autoridades paraguayas, advirtiendo que la inseguridad para los trabajadores del volante se agrava cada día.
Durante el último fin de semana, al menos, tres vehículos de paraguayos fueron robados a mano armada en Foz de Yguazú, de los cuales solo uno fue recuperado. Investigaciones preliminares indican que los delincuentes buscan principalmente celulares de alta gama, notebooks, relojes y perfumes, productos que tienen alto valor en el mercado brasilero.
