
La directora de la Décima Región Sanitaria, Dra. Noelia Torres, explicó ayer las cantidades que cuenta el Ministerio de Salud Pública (MSP) de camas de terapias intensivas para la población de la zona. Para adultos, existen 28 unidades distribuidas en varios distritos, hospitales referenciales del décimo departamento, y deben responder a la población que depende de los servicios de salud pública.
Para la demanda de recién nacidos, existen 10 unidades de terapias intensivas y 6 para pediatría. Estas son las cantidades que se cuentan para los requerimientos médicos de Alto Paraná y cuando el Servicio de Emergencias Médicas Extrahospitalarias (SEME) no encuentra ninguna libre, recurre a buscar en sanatorios privados que deben ceder el espacio de urgencia. Luego el MSP cubre el costo mediante un amparo judicial que está establecido en la ley.
Estos datos la doctora Torres brindó cuando fue invitada para participar en una reunión con los concejales municipales en Franco, a raíz de que se denunció que existe un presunto negociado en el ámbito. La misma fue consultada al respecto y explicó que tienen un protocolo de primera instancia. Deben buscar UTI en los establecimientos del MSP cercano y, en caso de no encontrar, directamente se activa por medio del SEME y esta dependencia se encarga de conseguir y definir dónde llevarse al paciente por su equipo de la región.
CENTRAL
SEME es manejado a nivel central y no tiene representante que responda en el interior. La búsqueda es por sistema a nivel país y, si no hay UTI en los establecimientos del MSP, depende del reporte de los sectores privados si quieren colaborar; se habló del tema. Mientras tanto, la ciudadanía debe contar con la suerte para ser internado en una terapia de la región, ya que últimamente se vieron pedidos de auxilios de todas las edades y no se consiguen rápidos.
PREVENCIÓN
La directora de la Región Sanitaria dio referencia de implementar una campaña de prevención para optimizar las camas de UTI. La misma expresó que últimamente los accidentados están copando las terapias como producto de conducir irresponsablemente. Instó a las autoridades a generar proyectos de cumplimiento de reglas de tránsito y así evitar los percances ruteros. Ejemplificó que entre 10 a 15 personas son pacientes que sufrieron accidentes sin cascos, otros en estados etílicos y caídas por maniobras peligrosas.
“Debemos insistir con la educación vial porque es necesario y actualmente ocurren muchos accidentes por la imprudencia y llenan las camas UTI; estas pueden ser más útiles a personas de otras patologías”, concluyó.