
Las enfermedades crónicas no transmisibles representan la mayor cantidad de consultas en el Hospital Regional de Ciudad del Este. La hipertensión arterial y la diabetes encabezan la lista, seguidas por enfermedades cardiovasculares y cáncer. «En Paraguay, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte, seguidas por los accidentes de tránsito y el cáncer», explicó el Dr. Federico Schrodel, director del servicio.
El hospital atiende diariamente a cientos de pacientes con estas afecciones, muchas de las cuales requieren tratamientos prolongados y medicamentos de uso continuo. Según el director, la informatización del hospital ha permitido mejorar la gestión de estos insumos, asegurando un suministro más eficiente para los más de 11.000 hipertensos y 15.000 diabéticos registrados.
El otro gran problema que enfrenta el hospital es la alta cantidad de consultas relacionadas con accidentes de tránsito, donde los principales protagonistas son los motociclistas. La falta de uso de cascos y medidas de seguridad, sumado a la imprudencia, hace que los traumatismos sean una de las principales causas de internación y atención en emergencias.
Los accidentes de tránsito no solo representan un problema de salud, sino también un enorme costo económico para el sistema sanitario. Dijo que la atención de pacientes politraumatizados requiere el uso de equipos costosos, cirugías complejas y camas de terapia intensiva, recursos que podrían destinarse a otras necesidades urgentes.
El Hospital Regional de Ciudad del Este es el centro médico más grande del interior del país, refirió Schrodel. Comentó que desde 2018 ha experimentado un crecimiento considerable en capacidad y servicios, pese a las dificultades estructurales y presupuestarias que enfrenta el sistema de salud pública paraguayo.
Fundado en 1990 con apenas 48 camas, el hospital hoy cuenta con 165 camas, 22 de terapia intensiva para adultos y 6 para niños. Ha sido testigo de avances significativos como la implementación de tratamientos de quimioterapia, evitando que miles de pacientes deban viajar hasta la capital para recibir atención oncológica. Sin embargo, el crecimiento del hospital ha sido, en palabras de su director, «desordenado», ya que la infraestructura se fue ampliando conforme a las necesidades inmediatas y no bajo un plan de desarrollo estructurado.
Uno de los problemas que persisten es el acceso a estudios de diagnóstico avanzados, como las resonancias magnéticas. Un convenio entre el Ministerio de Salud y el Instituto de Imágenes Médicas de Alto Paraná (IMAP) permite cubrir estos estudios con fondos públicos, pero excluye a los pacientes menores de 40 años con lesiones deportivas, como roturas de ligamentos o meniscos. «No es una decisión del hospital, sino una cláusula establecida por la asesoría jurídica del Ministerio», explicó Schrodel.
La medida responde a la suposición de que los clubes deportivos deberían garantizar atención a sus atletas, pero deja fuera a muchas personas sin seguro que requieren diagnóstico y tratamiento.
Si bien la salud pública en Paraguay vive momentos de «terapia intensiva», también ha mostrado mejoras gracias a la implementación de tecnología y gestión eficiente de recursos. La informatización del hospital ha permitido mejorar la provisión de medicamentos y la planificación de insumos, un avance importante para atender a una población creciente y vulnerable.