
Cuatro a cinco delincuentes que se movilizaban en un automóvil asesinaron al guardia de seguridad de una calle y le robaron su escopeta. Luego ingresaron a la vivienda de un pasero, situada a unos 50 metros de la caseta del sereno, de donde llevaron tres celulares. Aparentemente, los bandidos tenían la información de que el pasero poseía una gran cantidad de celulares, pero para ingresar a su casa tuvieron que neutralizar primero al custodio, quien fue ultimado de un balazo al intentar reaccionar. El hecho ocurrió alrededor de las 03:00 en el km 4,5 barrio Che La Reina de CDE.
La víctima fatal fue identificada como Pablo Hernán Yurtz, de 35 años, de nacionalidad argentina, domiciliado en vida en el asentamiento San Valentín de esta ciudad, quien se desempeñaba como guardia de seguridad de la calle donde ocurrió el hecho. Según testigos, a la hora indicada, un automóvil Toyota Premio de color blanco, sin chapa, se acercó a la caseta de seguridad y sorprendieron al ahora fallecido que estaba sentado con su escopeta en la mano. Al frenar el auto, las puertas se abrieron y el guardia trató de reaccionar apuntando su arma a los sujetos armados, con vestimenta oscura y capuchas que descendieron. Uno de ellos disparó directamente contra Yurtz, quien cayó al suelo sin vida. Posteriormente los delincuentes se apoderaron de su escopeta calibre 12 mm y avanzaron hasta la casa de un pasero, de nombre Rubén César Céspedes Giménez, de 40 años, ubicada a media cuadra del lugar del homicidio.
Allí, los facinerosos redujeron al pasero y lo interrogaron sobre presuntas cajas de celulares ocultas. Sin embargo, al no hallar lo que buscaban, recibieron una llamada y revisaron el vehículo de la víctima, pero al no encontrar nada, huyeron del sitio llevándose apenas tres aparatos celulares del trabajador.
EFECTO COLATERAL
Imágenes de circuito cerrado grabaron toda la acción de los marginales a la hora de atacar al guardia de seguridad. En ella se observa que el automóvil se acerca a la caseta y apenas abren las puertas, el sereno les apunta con su escopeta que probablemente no la tenía acerrojada y no salió el disparo. En tanto, uno de los delincuentes que ya estaba preparado para todo, disparó contra el custodio, quien cayó muerto en el acto.
Según agentes de Investigaciones de la Policía, la muerte del guardia es un efecto colateral del plan que tenían los marginales. Evidentemente, los bandidos pretendían rendir al centinela y despojarlo de su arma para luego ingresar a la casa del pasero, donde supuestamente habían cajas de celulares, que era el objetivo de los criminales. Finalmente, los delincuentes mataron por nada al sereno, ya que tampoco llevaron las cayas de celulares que pretendían.