
Las clases ya están de vuelta y es momento de retomar la rutina escolar, por lo que la adaptación a los nuevos horarios requiere llevar en cuenta dos pilares muy importantes: la alimentación y el descanso.
En primer lugar, es importante que los chicos hagan el desayuno, pues el cuerpo necesita energía para arrancar el día con concentración y vitalidad, pudiendo así incluir proteínas y carbohidratos.
Entre las ideas de desayuno rápido y nutritivo, encontramos tostadas integrales con queso y rodajas de tomate, batido de banana con leche y avena, además de yogur con frutas y granola. Otra opción para la primera comida del día es el omelet con queso.
Así también, durante las vacaciones, muchos niños se acostumbran a dormir un poco más tarde, pudiendo afectar su concentración y energía en clase. Ante esta situación, sería ideal volver a ajustar el horario de sueño gradualmente y evitar pantallas al menos una hora antes de dormir.
Pequeños cambios marcan la diferencia, volver a la rutina con buenos hábitos hará que el regreso a clases sea más fácil y lleno de energía.