
Con las cinco estatuillas que se llevó “Anora”, que incluyeron Mejor Película, Mejor Actriz Protagonista, Mejor Director, Mejor Montaje y Mejor Guión Original (las tres últimos obtenidas por Sean Baker), finalizó la premiación de la 97° edición de los Premios Oscar en el Dolby Theatre de Los Ángeles.
La gala tuvo una sensibilidad especial, por la cercanía de los incendios que asolaron la ciudad anfitriona a principios de febrero. El tema central de este año fue “Celebrando la Conexión”. Durante la ceremonia también hubo un homenaje a Quincy Jones y una mención especial, antes del Memorial, para Gene Hackman, recientemente fallecido.
La velada tuvo a Conan O’Brien como maestro de ceremonia y una decepción con el film Emilia Pérez, que tuvo 13 nominaciones, pero sólo ganó dos: Mejor Actriz de Reparto con Zoe Saldaña y Mejor Canción Original, “El Mal”, de Clement Ducol, Camille y Jacques Audiard.
En cuanto a los argentinos, esta vez no hubo ganadores, a pesar de contar con dos nominados en el rubro Mejores Efectos Especiales, con Pablo Helman (que asomaba como favorito) y Nelson Sepúlveda-Fauser. El festejo sudamericano se lo llevó Brasil, con “I’m still here”, que se llevó la estatuilla como Mejor Película Extranjera.
TRIUNFO DEL CINE INDEPENDIENTE
Pero más allá de marcas y números de estatuas conquistadas, lo que quedó de la ceremonia número 97 de los Oscar fue el empeño de la Academia por reconocer como suya esa otra parte de la industria que siempre ha sido definida en negativo, por indie. Indie de independiente, indie de indómita, indie de, por qué no, indio.
Nadie como Baker representa el cine que no atiende ni a estudios ni a algoritmos ni a dictados de plataformas de streaming ni a modas. Anora es el último ejemplo de una filmografía empeñada en construir su propio mundo sin otro dictado que la voluntad de crear y de creer.
La última película de Baker no es la de un francotirador ocasional, es la de un francotirador tozudo que cuando no tenía dinero, rodaba con la cámara de su móvil (Tangerine fue filmada así). Y desde ahí hasta la Palma de Oro primero y el Óscar después.
DIFERENTE
Los Premios Oscar 2025, los más inciertos de los últimos años, fueron también los más independientes, lo más repartidos, los más divertidos (buen trabajo el de Conan O’Brien) y, quién lo iba a decir dada la declarada agenda antiTrump de la mayoría de las películas nominadas, los menos políticos.