
La administración municipal de Minga Porã, encabezada por el intendente Clementino Portillo Ortiz, atraviesa uno de sus momentos más cuestionados debido a irregularidades en la gestión y la falta de avances en proyectos millonarios. Una de las principales denuncias gira en torno a la adjudicación de una obra de refacción en la Cancha Municipal, financiada con recursos públicos por un monto superior a los G. 658 millones. Sin embargo, a pesar de que la obra debió iniciarse en julio del año pasado y concluir en un plazo de seis meses, hasta la fecha no presenta avances significativos.
Según datos de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP), la licitación fue adjudicada a la proveedora Anabela Aguirre Villalba con la aprobación unánime de los concejales municipales. No obstante, la cancha sigue en total estado de abandono, albergando malezas y convirtiéndose en un foco de inseguridad. Dirigentes de la Liga Deportiva del Norte han manifestado su preocupación, ya que el Campeonato Apertura 2025 está por comenzar y el recinto no estará en condiciones para recibir encuentros deportivos de tal envergadura.
La pasividad de los concejales, quienes deberían ejercer un rol de contralor, también genera indignación entre los ciudadanos, quienes ven con escepticismo la falta de explicaciones sobre el paradero de los fondos destinados a esta y otras obras inconclusas.
GESTIÓN MARCADA POR IRREGULARIDADES
Las críticas contra la gestión de Portillo no son nuevas. Pese a las denuncias de irregularidades, la mayoría de los concejales leales al intendente aprobaron recientemente su rendición de cuentas sin objeciones. Uno de los casos más llamativos se relaciona con el pago de G. 35 millones al contratista Gustavo Mora para la reparación del pórtico de acceso al distrito de Minga Porã, cuando el año anterior ya se habían desembolsado G. 188 millones para la renovación total de la estructura.
A esto se suman denuncias sobre falencias en la construcción de empedrados, donde no se cumplieron las especificaciones técnicas establecidas en los contratos. Las obras debían incluir la aplicación de piedra triturada sobre los empedrados nuevos, lo cual nunca se realizó. Además, se detectaron pagos millonarios para supuestas reparaciones de empedrados que nunca fueron aprobadas por la Junta Municipal, sugiriendo que estos desembolsos se hicieron a través de contrataciones directas.
Otro hecho alarmante involucra la asignación de fondos para la reparación de aulas en la escuela 15 de Agosto. Sin embargo, al consultar con la comunidad educativa, nadie tenía conocimiento de que se hubiera realizado algún trabajo en la institución.
Las denuncias contra la administración Portillo aumentaron luego de la publicación sobre una adjudicación multimillonaria a la empresa Mega Import-Export, representada por Celso Sandoval Jara. Dicha firma fue beneficiada con un contrato por G. 1.800 millones en el rubro plurianual 2024-2025, a pesar de estar denunciada por supuestos negociados en el municipio de Minga Guazú. A pesar de estas sospechas, la Junta Municipal de Minga Porã avaló la contratación, lo que generó aún más dudas sobre la transparencia de las licitaciones y la complicidad de los concejales con el intendente.