
El programa Hambre Cero, una de las iniciativas más ambiciosas del Gobierno en materia educativa y social, inició su implementación en las escuelas públicas. En una entrevista con radio La Clave, el ministro de Educación, Luis Ramírez, brindó detalles sobre el desarrollo del programa y las dificultades que han surgido en su primer día de aplicación.
Desde tempranas horas, las escuelas comenzaron a recibir los alimentos destinados a garantizar una alimentación adecuada para los estudiantes. Ramírez destacó que, si bien la mayoría de los establecimientos ha logrado cumplir con lo planificado, algunas instituciones han reportado inconvenientes, principalmente en lo que respecta a la infraestructura necesaria para la preparación de los alimentos.
Con relación a algunos reclamos sobre la falta de construcción de comedores, el ministro respondió que el modelo educativo que se busca implementar en Paraguay sigue la línea de países como Japón y Finlandia, donde los alumnos comen en sus propias aulas. Según Ramírez, esto tiene un valor pedagógico, ya que fomenta el trabajo en equipo y la autonomía de los niños.
“Nuestra prioridad no es construir comedores, sino asegurar que las cocinas y los depósitos estén en condiciones”, aclaró el ministro. Además, mencionó que algunas solicitudes de infraestructura, como la construcción de tinglados, no forman parte de las necesidades prioritarias del programa Hambre Cero.
Otro punto de preocupación es la eliminación del servicio de catering, lo que implica que los alimentos deben ser preparados en los propios establecimientos. En departamentos como Alto Paraná, varias escuelas han denunciado no contar con cocinas adecuadas.
En respuesta, Ramírez explicó que en estos casos se han buscado soluciones alternativas, como la utilización de casas particulares cercanas para la elaboración de los alimentos. “Es un periodo de ajustes. Sabemos que no todo está en perfectas condiciones, pero el objetivo es que en el corto plazo todas las escuelas tengan su propia cocina”, aseguró.
El ministro destacó que Hambre Cero no solo tiene un impacto en la alimentación, sino que ya está generando efectos positivos en la educación. “Hemos visto el regreso de muchos niños al sistema escolar gracias a este programa”, afirmó. Asimismo, alentó a la comunidad educativa a involucrarse en la gestión y organización del servicio de alimentación.