
El empresario Marcelo Mega Segantin, propietario de Mega Automotores S.A., desmiente categóricamente las acusaciones que lo vinculan a un supuesto procedimiento judicial de secuestro de vehículo en Foz de Yguazú, Brasil. Aclara que su accionar estuvo enmarcado en un legítimo reclamo de un vehículo que vendió a cuotas y que el comprador, además de negarse a pagar, se rehusaba a renegociar la deuda, y como si fuera poco, vendió el rodado a una tercera persona antes de cancelar los pagos.
En su descargo, Mega Segantin detalló que el 26 de enero de 2023 vendió la camioneta Chevrolet Silverado CD LTZ 3.0 4X4 AT/2020, color perla, con matrícula paraguaya AAEI-032, al comprador Eder Deidivi Jung. En el contrato privado de compra-venta, figura que el precio total del vehículo sería de USD 70.000 (dólares americanos) y el comprador entregó en el acto USD 5.000 (dólares americanos). Comprometiéndose a reforzar el pago el 25 de febrero de 2023 con la suma de USD 17.500 dólares. El documento también refiere que el comprador firmó 33 pagarés por valor de USD 1.000 cada uno y que además debería abonar 3 pagos de USD 4.834 en carácter de refuerzo, en las fechas 26 de diciembre del 2023, 26 de diciembre del 2025 y 26 de diciembre de 2025.
Sin embargo, desde abril de 2024, el comprador dejó de cumplir con los pagos, acumulando una deuda de USD 15.834. Aún peor, revendió la camioneta en Brasil pese a que la clausula 4ª del contrato prohibía expresamente la reventa sin haber saldado la deuda. Además, el empresasrio explicó que aún quedan otros 14 pagarés por vencer, y niega categóricamente que quiera quedarse con la camioneta; al contrario, él solo quiere cobrar lo que se le debe.
Ante esta situación, Mega Segantin recurrió a la vía legal e inició una demanda civil por incumplimiento de contrato, obteniendo la orden de secuestro del vehículo para tratar de recuperar su vehículo en nuestro territorio. Sin embargo, tras meses de búsqueda sin éxito, contrató investigadores privados que localizaron la camioneta en Foz de Yguazú, en poder de una tercera persona que supuestamente adquirió el lujoso rodado.
El lunes en la mañana, el empresario recibió información de que el vehículo estaba en movimiento en el centro de Foz de Yguazú. Ante ello, lo interceptó con ayuda de sus empleados, pero aclara que no se trató de un procedimiento judicial como la contraparte quiere instalar ante la opinión pública. Finalmente, Mega Segantin subrayó que lleva años trabajando en el rubro automotor en Santa Fe del Paraná, Paraguay, generando empleo y cumpliendo con sus obligaciones fiscales. «Este negocio es mi sustento, el de mi familia y el de mis empleados. «No podía quedarme de brazos cruzados mientras otro se apropiaba de lo que me costó tanto esfuerzo conseguir», puntualizó.