En un operativo sorpresa, la Policía Federal de Brasil desarticuló una red de contrabando de bloqueadores de señal, dispositivos que eran importados ilegalmente para ser utilizados por bandas criminales especializadas en asaltos a bancos, robos a residencias y hurtos de vehículos. Estos equipo son de venta libre y si ningun tipo de control en el microcetro de Ciudad del Este.
La acción, denominada «Operación Jammers», tuvo inicio tras la incautación de dos bloqueadores de alta potencia en poder de una mujer que se disponía a viajar desde Foz de Yguazu a São Paulo. Las investigaciones posteriores permitieron identificar a dos hombres, padre e hijo, residentes de Foz, como los principales responsables del esquema delictivo con el burlaban los controles aduaneros para ingresos estos equipo traidos de Paraguay al Brasil.
Durante el allanamiento a un apartamento en el centro de Foz, los agentes encontraron celulares y una suma de dinero en efectivo que alcanzaba los 30.000 reales, compuesta por billetes de moneda nacional y dólares. La existencia de un compartimento oculto en la vivienda refuerza la hipótesis de que la actividad ilícita era planeada con mucha presicion.
