Un hombre con un rosario de antecedentes penales murió en la madrugada de ayer tras ser atropellado sobre la Ruta PY07, a la altura de la Central Hidroeléctrica Acaray. El hallazgo del cadáver del presunto delincuente se registró alrededor de las 01:00 cuando un transeúnte que pasaba por el sitio dio aviso a uniformados. Según datos extraoficiales, el responsable sería un agente policial, quien abandonó la escena para evitar problemas legales.
La víctima fue identificada como Raúl Arévalos Ramírez, de 27 años, quien contaba con antecedentes por robo con resultado de muerte, robo agravado y resistencia. Agentes de la comisaría 27ª de Hernandarias llegaron al lugar tras una llamada de alerta y encontraron el cuerpo tendido sobre la capa asfáltica. El cadáver tenía una pistola en la cintura y un revólver a su costado. A unos 40 metros de distancia, hallaron una motocicleta Taiga TL 150 de color negro, denunciada como robada por su propietario, Julio César Figueredo Flores, de 35 años, en la comisaría 6ª de Presidente Franco.
Junto con las armas, los intervinientes requisaron una mochila negra, que contenía una notebook, un taladro eléctrico, precintos negros y un dispositivo inhibidor de señales, lo que refuerza la sospecha de que el fallecido estaba involucrado en hechos delictivos.
Un testigo afirmó haber visto dos motocicletas con dos ocupantes cada una circulando en la zona antes del hallazgo. Según versiones extraoficiales, un agente policial habría identificado al presunto delincuente y, en lugar de detenerlo, decidió atropellarlo de propósito con su vehículo particular, abandonando el lugar de inmediato para evitar problemas con la justicia.
El fiscal de turno, Víctor Adolfo Santander, intervino en el caso y convocó al médico forense del Ministerio Público, Carlos Martín Alfaro, quien inspeccionó el cuerpo en la morgue de la funeraria Núñez de Hernandarias y determinó como causa probable de muerte un traumatismo de cráneo encefálico severo.
