Un contraste entre el amor y la acción es lo que proponen estas dos grandes películas. Febrero es el mes oficial del amor y qué mejor momento para el estreno de una de las películas románticas más esperadas del año, “Briget Jones: Loca por él”. Por otra parte, los fanáticos de los superhéroes también recibieron su regalo con el estreno de “Capitán América: un nuevo mundo”.
Los cines del país se unen a las carteleras de San Valentín de todo el mundo, incluyendo en la grilla a los estrenos más esperados. Las cintas favoritas de los cinéfilos para este fin de semana son Briget Jones y Capitán América, narrando historias interesantes y atrapantes cada una en su género.
En cuanto a lo que trata de personificar al amor, la ganadora de dos Premios de la Óscar, Renée Zellweger, vuelve a interpretar a la heroína de la comedia romántica de la historia, una mujer cuyo inimitable enfoque de la vida y el amor redefinió todo un género. Briget Jones: Loca por él narra la historia de Bridget después de enviudar hace cuatro años, cuando su marido murió durante una misión humanitaria en Sudán. Se encuentra en una especie de limbo emocional mientras cuida a sus dos hijos, con la ayuda de sus mejores amigos y de un antiguo amante, Daniel Cleaver.
Presionada por su familia urbana, se siente obligada a interesarse por la vida y el amor. Trabaja de nuevo e incluso prueba con una aplicación de citas, a través de la cual conoce a un soñador más joven que ella. La protagonista se enfrenta al enjuiciamiento de las madres perfectas en el colegio, se preocupa por su hijo, que no acaba de acostumbrarse a no tener un padre y mantiene una extraña relación con el muy racional profesor de Ciencias de su retoño.
Al contrario, Capitán América: un nuevo mundo, narra la travesía de Sam Wilson (Anthony Mackie), exparacaidista del ejército reconvertido en Vengador como Falcon, llevando el uniforme y el escudo en lugar del retirado Steve Rogers (Chris Evans). El superhéroe tendrá que estar a la altura desu nuevo papel de líder mientras una nueva amenaza expande sus ocultos tentáculos a nivel internacional, llegando a las más altas esferas de la política, como el presidente de los Estados Unidos, el antiguo general Thaddeus “Thunderbolt” Ross (Harrison Ford).
