
Un boliviano que estaba de visita en Paraguay fue víctima de un violento asalto en el microcentro de Ciudad del Este, donde cuatro delincuentes lo despojaron de 4.900 dólares con el mismo modus operandi que vienen aplicando con turistas en la zona. Según los datos, falsos guías de turismo, conocidos como “pirañitas”, interceptaron al extranjero y bajo engaños lo llevaron un supuesto local comercial que ni siquiera tiene nombre. Allí le despojaron de su dinero y luego lo echaron del lugar. Cuando la Policía llegó al sitio, el local ya estaba cerrado. El hecho ocurrió el martes, alrededor de las 15:00.
Resultó víctima, Juan Carlos Berbetty Arce, de 66 años, boliviano, administrador de empresas, oriundo de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. El mismo relató que fue abordado en la vía pública por un supuesto guía de turismo, quien lo llevó bajo el pretexto de ofrecerle productos a buen precio en un local comercial sin nombre, ubicado sobre la calle Regimiento Piribebuy casi Pa’i Pérez.
Una vez dentro, cuatro hombres lo acorralaron, revisaron sus bolsillos y pertenencias, y le arrebataron USD 4.000 dólares. Además, le obligaron a pagar otros 900 dólares por cinco neumáticos que supuestamente le serían enviados por encomienda, lo que nunca ocurrió.
IMPUNIDAD GARANTIZADA
El local comercial donde ocurrió el asalto permaneció cerrado al día siguiente del hecho y, según fuentes policiales, ya cuenta con múltiples denuncias por hechos similares. A pesar de ello, continúa operando sin inconvenientes, lo que evidencia una protección institucional que permite la repetición de estos delitos. El caso fue denunciado ante el Departamento de Seguridad Turística de la Policía Nacional. Además, se comunico al fiscal Gabriel Segovia Villasanti, quien simplemente dispuso que la víctima comparezca ante el Ministerio Público hoy, jueves 13 de febrero, a sabiendas que el afectado ya no estará en el país, y sin ordenar ninguna acción inmediata contra los responsables
ESQUEMA CON PROTECCIÓN
Este nuevo caso refuerza la hipótesis de la existencia de un esquema delictivo bien estructurado en el microcentro de Ciudad del Este, donde los “pirañitas”, comerciantes inescrupulosos, agentes policiales e incluso fiscales operan de manera coordinada para proteger a los autores de este tipo de acciones delictivas. Lejos de combatir estas prácticas, la Policía Turística y la Fiscalía parecen facilitar la impunidad de los delincuentes.
Mientras tanto, las denuncias de turistas estafados y asaltados siguen acumulándose, sin que se tomen medidas efectivas para desmantelar la red de extorsión que se alimenta de los visitantes desprevenidos que llegan en busca de beneficios, pero terminan siendo víctimas de una estructura criminal amparada por quienes deberían garantizar la seguridad y la justicia.