
El fiscal Alcides Giménez, de la unidad penal n° 9 de Ciudad del Este, realiza las primeras diligencias en la causa abierta sobre la grave denuncia por estafa, lesión de confianza y asociación ilícita para delinquir, presentada contra directivos y dueños de la empresa Tecnomyl – Agrofértil (Grupo Sarabia) por el productor santarriteño Evandro Borges y su madre Joana Borges. Los acusados principales son el brasileño José Marcos Sarabia, CEO de Tecnomyl – Agrofértil; Arnaldo Campuzano, gerente de créditos de Tecnomyl, y André Anderson Consagni, gerente comercial de la compañía. Los mismos se exponen a penas carcelarias de entre 4 a 15 años, por los delitos denunciados. Habrían más productores víctimas del esquema mafioso, quienes se sumarían a las denuncias.
El Ministerio Público de Ciudad del Este investiga actualmente la grave denuncia por estafa, lesión de confianza y asociación ilícita para delinquir contra directivos y propietarios de la empresa Tecnomyl – Agrofértil (Grupo Sarabia). La causa, impulsada por el productor santarriteño Evandro Borges y su madre, Joana Borges, señala al brasileño José Marcos Sarabia, CEO de la firma, así como a Arnaldo Campuzano, gerente de créditos, y André Anderson Consagni, gerente comercial, como los principales responsables de un esquema de fraude que habría despojado de sus tierras a varios productores. Los denunciantes indicaron que la Fiscalía tiene la responsabilidad de actuar con independencia y no dejarse influenciar por el poder del dinero y empresarios inescrupulosos, quienes han hecho de la estafa un método de enriquecimiento ilícito.
Irónicamente, José Marcos Sarabia es autor de un libro, denominado “Sementes de Sucesso” (Semillas de éxito), en donde habla sobre las “fórmulas” que le llevaron al éxito, sin mencionar los presuntos esquemas de estafa de los cuales ahora se le acusa. Paradójicamente, el actual presidente de la República, Santiago Peña, es autor del prefacio del libro escrito por Sarabia, lo que pone en relieve el enorme poder que tiene este ciudadano extranjero.
MODUS OPERANDI
Según la denuncia de la familia Borges, Tecnomyl – Agrofértil adquirió pagarés y deudas de la empresa Agrícola Colonial SAIC, la cual se declaró en bancarrota y tenía un historial de fraudes a productores. Evandro Borges relató que su deuda original de 850.000 dólares con Agrícola Colonial creció desmesuradamente y, pese a haber cumplido con los pagos, terminó perdiendo 150 hectáreas de tierra. Además, la empresa habría vendido ilegalmente 37 hectáreas pertenecientes a su madre, ubicadas en pleno centro urbano de Santa Rita, cuyo valor total asciende a casi USD 3 millones, una cifra muy superior a la supuesta deuda.
El esquema de despojo consistía en generar confianza en los agricultores mediante financiamiento a largo plazo, utilizando los títulos de propiedad como garantía. Sin embargo, con el tiempo, la firma reducía el plazo de pago y aumentaba arbitrariamente las deudas, obligando a los productores a ceder sus tierras. “Ellos fueron ganándose nuestra confianza. Compraron mi deuda para financiarme, y con el tiempo, ya ganaron la confianza de mi familia”, expresó Borges, quien sostiene que este modus operandi fue aplicado a otros productores de la región.
El caso no es el primero en el que aparecen involucrados los empresarios denunciados. En 2016, la fiscal Denice Duarte investigó a José Marcos Sarabia y Arnaldo Campuzano por estafa tras la denuncia de Spartagus Wanderley Lordani, propietario de la empresa Buen Futuro S.A. Lordani transfirió a Tecnomyl S.A. al menos 29 inmuebles en concepto de pago por una deuda de USD 4 millones en insumos agrícolas. Sin embargo, los bienes entregados superaban ampliamente la suma adeudada, y la firma nunca cumplió con la devolución del excedente de USD 2,5 millones. El expediente quedó impune, presuntamente, tras un acuerdo monetario.
En el caso de la familia Borges, la venta de sus tierras se realizó sin su consentimiento, razón por la cual han promovido acciones legales y bloqueado los títulos en el juzgado para evitar más despojos. Evandro Borges insiste en que su madre jamás tuvo deuda con Agrícola Colonial ni con Tecnomyl, pero igualmente fue víctima de esta maniobra fraudulenta.
Representantes legales de la familia Borges indicaron a La Clave que “la Fiscalía deberá esclarecer el caso y garantizar que los responsables sean juzgados conforme a derecho, evitando que el dinero y el poder empresarial interfieran en el proceso. La impunidad solo fortalecería estos esquemas de fraude, que atentan contra la estabilidad y el derecho a la propiedad de los productores paraguayos”, señalaron los denunciantes.