
La falta de agua sigue siendo un problema recurrente para los vecinos del barrio San Francisco y otras zonas altas del distrito de Juan León Mallorquín. Aunque las recientes lluvias han traído cierto alivio, la escasez persiste, especialmente en áreas donde el suministro ha sido históricamente inestable.
El intendente Elvio Coronel reconoció la gravedad de la situación y señaló que la solución definitiva dependerá de la instalación de un pozo artesiano con tanque de distribución. Según explicó, el problema no solo ocurre en épocas de sequía, sino que es una dificultad recurrente que afecta a varias comunidades del distrito.
Para abordar esta crisis, la Municipalidad trabaja en conjunto con la Junta de Saneamiento, gestionando soluciones que permitan garantizar el acceso al agua potable de manera sostenida. Mientras tanto, algunos barrios han recibido asistencia parcial mediante la perforación de pozos en la zona rural.
El intendente mencionó que en la comunidad de EMSA ya se habilitó un pozo, y que otras soluciones han sido implementadas a través de la Itaipu Binacional, que financió la construcción de dos perforaciones en Potrero Jardín y Paz del Chaco, logrando mejorar el suministro en esas áreas.
A pesar de los avances en las áreas rurales, en la zona urbana el problema aún no se resuelve. Coronel expresó su esperanza de que las gestiones en curso deriven en una solución definitiva para los barrios más afectados. Mientras tanto, los vecinos continúan padeciendo la falta de agua y exigen respuestas ante una necesidad básica que se ha convertido en una constante preocupación en la comunidad.
El acceso al agua potable es fundamental para la salud, el bienestar y el desarrollo de las comunidades. En Mallorquín, como en muchas otras partes de Alto Paraná, la disponibilidad de agua potable puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida de sus habitantes.