Ciudad del Este, capital del Alto Paraná, se prepara para trazar un nuevo camino hacia el desarrollo sostenible. La iniciativa impulsada por la Cámara de Comercio y Servicios, que busca diseñar un plan estratégico multisectorial, representa una oportunidad clave para abordar los problemas históricos que aquejan a esta ciudad fronteriza, que celebra 68 años de fundación el próximo 3 de febrero.
El desorden urbano, la infraestructura obsoleta, el caos vehicular y la inseguridad son apenas algunos de los males que han afectado el crecimiento y la calidad de vida en Ciudad del Este. Estas problemáticas, arraigadas en décadas de gestiones municipales ineficaces y falta de planificación, han convertido a la ciudad en un reflejo de oportunidades perdidas y retos constantes.
La propuesta de reunir a representantes del sector público y privado, partidos políticos, autoridades locales y nacionales, y a la Itaipu Binacional, es un paso significativo para superar estas barreras. Tal como mencionó Said Taigen, presidente de la Cámara de Comercio, la colaboración entre todos los actores, dejando de lado diferencias partidarias, es fundamental para construir un futuro más próspero. “Es esencial concentrarnos en los intereses comunes de Ciudad del Este y trabajar juntos para lograr un desarrollo sostenible y equitativo”, expresó Taigen.
Los ejemplos exitosos, como el caso de Encarnación, son inspiradores. Una ciudad que, gracias a una hoja de ruta clara y una gestión ordenada, logró atraer inversiones, fortalecer su economía local y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Este modelo puede replicarse en Ciudad del Este, aprovechando el respaldo institucional de la Itaipu Binacional y la influencia de sus representantes en la región.
Pero el éxito de un plan estratégico no depende solo de la voluntad política y empresarial. Es necesario que las soluciones sean integrales y sostenibles. Esto implica inversiones en infraestructura moderna, mejoras en la gestión de residuos, un plan urbanístico coherente, fortalecimiento de las fuerzas de seguridad y políticas claras que incentiven el turismo y el comercio.
La inseguridad, con sus alarmantes índices de robos y asaltos, es uno de los factores que más desmotivan la llegada de visitantes y el desarrollo comercial. A esto se suma el caos vehicular y la falta de espacios públicos adecuados, que afectan tanto a residentes como a turistas. Estos problemas deben ser atendidos con urgencia, no solo para mejorar la imagen de la ciudad, sino también para garantizar una calidad de vida digna para sus habitantes.
Es momento de que Ciudad del Este deje atrás el estigma de ser una urbe desordenada y apueste por la planificación, la transparencia y el trabajo conjunto. La visión compartida de una ciudad moderna, segura y competitiva es alcanzable si se priorizan los intereses colectivos por encima de las agendas individuales.
Un plan estratégico para Ciudad del Este no solo será una hoja de ruta para el desarrollo, sino también un compromiso con su historia y su futuro. Los 68 años de esta ciudad representan una oportunidad para reflexionar sobre los errores del pasado y construir un camino que permita a sus habitantes y a las futuras generaciones disfrutar de una Ciudad del Este más justa, equitativa y llena de oportunidades.