
Apenas se publicaron denuncias sobre las autoescuelas que abusan con los contribuyentes en Minga Guazú, aparecieron más denunciantes que se sintieron estafados. Adelaida Florentín comentó que para renovar su registro de conducir, le cobraron G. 120.000 en Open 7, ubicada en inmediaciones de la Municipalidad. Esta escuela de conducción debiera realizar un curso de seis días, como estipula en su factura, pero solo duró algunos minutos el llenado de formularios; luego cobra y larga a su cliente, refirió.
Florentín resaltó que hace cinco años pagó G. 35.000 a una escuela de conducción por expedirle el certificado que es requisito obligatorio para solicitar la licencia de conducir. Ahora que empezó a contar a su entorno lo que le sucedió hace poco, descubrió desprolijidades en el pago. Una semana antes que ella gestionó su documento, el mismo Open 7 estaba cobrando solo G. 40.000 por los certificados, según clientes anteriores y repentinamente, desde hace días, aumentaron a G. 120.000; es una locura, calificó.
“Yo pagué 120.000 a Open 7, luego 35.000 por primeros auxilios a los bomberos que sí hicieron bien el curso y a la Municipalidad la suma 85.500; en total, me costó la renovación G. 240.500”, apuntó. Alegó que si no tenía la totalidad del dinero, no conseguiría renovar su documento y estaría circulando con registro vencido.
NO BRINDA CURSO
Florentín explicó que tardó prácticamente toda una mañana, aguardando en la fila porque había mucha gente por la misma gestión. Pero una vez llegado al turno, no realizaron casi nada de examinación y solo se dedicaron a completar las preguntas del formulario, de memoria. “La verdad que el instructor, que deja mucho que desear, no sabía nada”, subrayó. Según la factura, aparece como examinador Iván Mateo Romero de Martínez.
En síntesis, es una escuela de conducción que no tiene equipamientos para ofrecer un curso de manejo de vehículos y, peor aún, cobra una tarifa que está elevada por las nubes. No teme de verificación; según la denunciante, la secretaria le dijo que cuando la misma fue a reclamar el alto costo, que ellos son independientes y la Municipalidad no tiene nada que controlar.
Hay una ola de quejas en Minga Guazú hacia las escuelas de conducción que operan bajo convenio con la Municipalidad. Urge una regulación o control hacia las mismas, porque al fin y al cabo, las que son obligadas a abonar la injustificada suma son la ciudadanía.