TIEMPO EN ALTO PARANÁ

Mediante chicanas y caudal económico, brasileño imputado por violencia familiar evita la prisión

El empresario brasileño Rudi Ernesto Rheinheimer Junior, cumple “arresto domiciliario” en un lujoso penthouse de la capital del país, gracias a su caudal económico.

El empresario brasileño Rudi Ernesto Rheinheimer Junior, imputado por violencia familiar en 2024, continúa recibiendo tratos privilegiados de parte del Poder Judicial, lo que genera indignación y cuestionamientos hacia la administración de justicia en el país. A pesar de las graves acusaciones en su contra, incluyendo maltrato sistemático y amenazas de muerte hacia su expareja, una mujer paraguaya, Rheinheimer cumple supuesto “arresto domiciliario” en un lujoso edificio de Asunción, cuando su situación procesal ameritaría la prisión preventiva en un penal común.

El caso se inició el 29 de julio de 2024, cuando la fiscal Liliana Denice Duarte imputó al empresario por violencia familiar tras una serie de denuncias que describen un patrón de maltrato verbal y psicológico desde el inicio de la relación en 2015. Además, Rheinheimer habría amenazado a su entonces pareja con un arma de fuego, prohibiéndole relacionarse con familiares y amigos.

Aunque inicialmente estuvo prófugo, el empresario finalmente acabó apresado, pero utilizó maniobras legales como la recusación de la fiscal para dilatar el proceso durante meses y ni siquiera pisó la cárcel, sino fue directamente enviado a un penthouse, donde supuestamente cumple arresto domiciliario. Tras meses de inacción fiscal, la causa regresó a la unidad de la fiscal Duarte el 27 de diciembre de 2024, quien ahora debe presentar la acusación antes del 29 de enero. Sin embargo, los abogados del imputado intensificaron sus estrategias legales y chicanería, buscando evitar el avance del caso y lograr su desestimación.

HISTORIAL DE VIOLENCIA

Las denuncias detallan que Rheinheimer no solo maltrataba a su expareja durante la relación, sino que tras la ruptura en enero de 2024, intensificó su acoso. El empresario, propietario de la empresa de rastreo Rastrek, bloqueó el acceso de la mujer al sistema operativo en Paraguay, afectando directamente a su negocio y clientes.

En abril de 2024, el imputado habría ingresado violentamente en la oficina de la víctima, acompañado por 20 policías, para sustraer motocicletas de la empresa. También habría allanado una propiedad de la mujer en Minga Guazú, rompiendo cerraduras, desactivando cámaras de seguridad y cambiando las llaves. A esto se suman denuncias de persecución, amenazas de muerte y demandas judiciales contra la afectada, quien se vio obligada a abandonar el país.

JUSTICIA CÓMPLICE DEL PODER ECONÓMICO

Pese a la gravedad de las acusaciones, Rheinheimer sigue gozando de un trato preferencial de parte de las autoridades judiciales, que le concedieron arresto domiciliario en lugar de prisión preventiva. Este caso refleja las profundas falencias del sistema judicial paraguayo, donde el poder económico parece ser más influyente que la ley.

La fiscal Duarte ya solicitó la rebeldía del empresario en su momento, pero las medidas adoptadas han sido insuficientes para garantizar justicia para la víctima, quien denuncia una falta de protección adecuada tanto para ella como para su familia.

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