
La situación en el Puente Internacional de la Amistad, que conecta Paraguay con Brasil, ha generado malestar entre los viajeros paraguayos, quienes denuncian extensas filas y demoras para completar los trámites migratorios necesarios. Se trata de un problema que se repite en esta época del año en esta frontera, teniendo en cuenta el gran flujo de paraguayos que buscan las playas brasileñas.
Diariamente, se estima que entre 30 y 35 autobuses, además de cientos de vehículos particulares, cruzan el puente desde Ciudad del Este hacia Brasil. Sin embargo, los usuarios se enfrentan a un sistema congestionado: la Policía Federal (PF) de Brasil ha habilitado un único mostrador de atención, atendido por un empleado subcontratado, para realizar los procedimientos migratorios en la cabecera del puente.
En temporada alta, cuando miles de paraguayos se dirigen a las playas brasileñas, las largas esperas se agravan debido al calor extremo y la falta de infraestructura adecuada. Aunque el proceso de llenar la documentación es rápido al llegar al mostrador, las filas previas son interminables.
El Departamento de Inmigración de la PF está en reformas desde hace más de un año, lo que ha reducido significativamente su capacidad operativa. Ante la falta de agentes suficientes en la zona, el servicio fue externalizado, pero esta medida no ha resuelto el problema de fondo.
En 2023, agencias de turismo y autoridades municipales de Foz de Yguazú ya habían manifestado su preocupación por el impacto de estas demoras en el turismo y la economía local. En respuesta, la PF prometió tomar medidas para agilizar los trámites. Sin embargo, hasta ahora no se han observado mejoras significativas en la atención.
Mientras tanto, los viajeros paraguayos continúan soportando largas esperas, con la esperanza de que se implementen soluciones definitivas para aliviar las tensiones en este importante paso fronterizo.