
Las temperaturas globales en 2024 superaron el récord de calor establecido en 2023 y estuvieron 2,30 grados Fahrenheit (1,28 grados Celsius) por encima de los registros de la NASA del siglo XX (1951-1980). El nuevo parámetro se produce después de 15 meses consecutivos (de junio de 2023 a agosto de 2024) de subas de temperatura mensuales, una racha de calor sin precedentes.
Gavin Schmidt, director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales (GISS) de la NASA en Nueva York, dijo que “no todos los años se batirán récords, pero la tendencia a largo plazo es clara”. “Ya estamos viendo el impacto en las lluvias extremas, las olas de calor y el aumento del riesgo de inundaciones, que seguirán empeorando mientras continúen las emisiones”.
Durante más de la mitad de 2024, las temperaturas promedio fueron más de 1,5 grados Celsius por encima de la línea de base, y el promedio anual, con incertidumbres matemáticas, puede haber superado el nivel por primera vez.
“El Acuerdo de París sobre el cambio climático establece esfuerzos para permanecer por debajo de 1,5 grados Celsius a largo plazo”, recordó Schmidt. “Estamos a medio camino de alcanzar el calor del nivel del Plioceno en solo 150 años”, agregó.
Señaló que, para ponerlo en perspectiva, las temperaturas durante los períodos cálidos en la Tierra hace tres millones de años, cuando los niveles del mar eran decenas de pies más altos que hoy, fueron solo alrededor de 3 grados Celsius más cálidas que los niveles preindustriales.
LOS CULPABLES
Los científicos llegaron a la conclusión de que la tendencia al calentamiento de las últimas décadas se debe al dióxido de carbono, el metano y otros gases de efecto invernadero que atrapan el calor.
En 2022 y 2023, la Tierra experimentó aumentos récord en las emisiones de dióxido de carbono de los combustibles fósiles, según un análisis internacional reciente. La NASA precisó, además, que las temperaturas de años individuales pueden verse influenciadas por fluctuaciones climáticas naturales como El Niño y La Niña, que alternativamente calientan y enfrían el océano Pacífico tropical.
Los investigadores están trabajando para identificar los factores contribuyentes, incluidos los posibles impactos climáticos de la erupción volcánica de Tonga de enero de 2022 y las reducciones de la contaminación, que pueden cambiar la cobertura de nubes y la forma en que la energía solar se refleja de regreso al espacio.