
Durante 2024, el Estado brasilero de Paraná registró un récord histórico en la incautación de drogas, alcanzando un total de 284 toneladas retenidas por la Policía Rodoviaria Federal (PRF). Este resultado supera ampliamente lo registrado en 2023, cuando se retiraron 195 toneladas de circulación de la región de frontera con Paraguay. Este logro refleja los avances en las operaciones de la PRF, en línea con una tendencia creciente en las incautaciones observada en años recientes.
La marihuana encabezó la lista de incautaciones, con más de 280 toneladas, seguida por la cocaína, de la que se confiscaron 3,6 toneladas. Estas cifras representan un aumento del 46% y 34%, respectivamente, en comparación con el año anterior.
Según datos del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública del Brasil, la PRF es responsable del 57% del total de drogas confiscadas en Paraná entre enero y noviembre de 2024. De las 444 toneladas incautadas por diversas fuerzas de seguridad, 257 toneladas fueron decomisadas por la PRF.
La efectividad de la PRF se atribuye a estrategias especializadas que combinan el uso de herramientas avanzadas, inteligencia policial y colaboración con otros organismos de seguridad. Estas acciones permiten intervenciones más precisas, maximizando la identificación de sospechosos y la localización de drogas ocultas.
Del total de marihuana confiscada, el 73% (203 toneladas) fue resultado directo de operaciones de inteligencia. En el caso de la cocaína, esta proporción asciende al 88%. Estas incautaciones no solo afectan el flujo de drogas, sino que también incrementan las detenciones de traficantes: el número de arrestos creció un 23%, pasando de 576 en 2023 a 711 en 2024, de los cuales más del 85% son hombres.
ARMAS Y CIGARRILLOS
Además de las drogas, la PRF confiscó 132 armas de fuego y 1.366 municiones, destinadas a grandes centros urbanos. Entre ellas, 46 armas largas, conocidas por su alto poder destructivo y uso en conflictos urbanos, fueron incautadas.
Paraná también lideró en el decomiso de cigarrillos de contrabando a nivel nacional, con más de 29 millones de cajetillas confiscadas en 2024, consolidando su posición en la lucha contra el contrabando.
Estos resultados son reflejo de cómo operan las organizaciones de traficantes en la región de frontera. Si bien el volumen de requisa es importante, revela claramente que se está lejos de resolver el problema de fondo.
El tráfico de drogas en las zonas fronterizas representa uno de los desafíos más complejos para la seguridad y la estabilidad de los países. Estas áreas suelen ser escenarios estratégicos para las redes de narcotráfico, ya que conectan rutas clave para la producción, distribución y exportación de sustancias ilícitas. Las características geográficas, como extensas áreas rurales, selvas y montañas, junto con la alta densidad de pasos no oficiales, facilitan el movimiento de drogas y dificultan el control eficiente de los organismos de control.