Ciudad del Este, conocida por ser uno de los polos comerciales más importantes de la región, enfrenta una serie de desafíos históricos que requieren soluciones efectivas y coordinación entre instituciones locales y nacionales. Entre los principales problemas que afectan a la ciudad están el ordenamiento urbano y la inseguridad.
El desorden urbano en Ciudad del Este es un problema que se arrastra desde hace décadas. Las calles y veredas abarrotadas, sumadas a la acumulación de basura, ofrecen una imagen negativa de la ciudad a los visitantes. Pese a las campañas de concienciación y las acciones emprendidas por las autoridades, el problema persiste. Los grandes shoppings, principales motores de la economía local, generan altos volúmenes de residuos que terminan en las calles, agravando aún más el problema.
Otro punto crítico es la red de distribución de agua y la red cloacal, gestionadas por la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (ESSAP). Estas infraestructuras, obsoletas y mal mantenidas, generan constantes fugas de agua y desbordes de cloacas que obligan a romper asfaltos recientemente renovados por la Municipalidad. El círculo vicioso de reparar y dañar calles recién asfaltadas no solo afecta la movilidad, sino que también desanima a comerciantes y empresarios que presionaron durante años para mejorar las condiciones del centro.
El tráfico vehicular en Ciudad del Este es otro punto de conflicto. Conductores irresponsables, agentes de tránsito poco eficientes y una falta de infraestructura adecuada son los principales factores que contribuyen al caos. Aunque el intendente Miguel Prieto afirma tener una Policía Municipal “más honesta que nunca”, la realidad demuestra que no es suficiente para resolver el desorden en las calles.
El problema se agrava cuando los controles en el lado brasileño de la frontera son más estrictos, generando largas filas y mayor congestión en las arterias principales de la ciudad.
La inseguridad es otro de los factores que golpea la imagen de Ciudad del Este como destino turístico. Pese a las intervenciones de la Policía Nacional, los casos de robos, asaltos y estafas persisten. Los turistas y compradores, principales motores económicos de la ciudad, son los más afectados. Las denuncias de comerciantes por fraudes y estafas también contribuyen a empañar la reputación de un destino que busca atraer visitantes internacionales.
El futuro de Ciudad del Este depende de la capacidad de sus autoridades, empresarios y ciudadanos para trabajar juntos en la búsqueda de soluciones integrales. Desde la modernización de la red cloacal y de agua hasta la implementación de planes efectivos de ordenamiento urbano y seguridad, es indispensable la acción coordinada entre instituciones y sectores clave.
Ciudad del Este tiene el potencial de convertirse en un destino turístico y comercial de excelencia, pero para lograrlo, es urgente que se aborden los problemas estructurales que la aquejan. Solo así podrá capitalizar sus fortalezas y consolidarse como un referente en la región.
