Las largas filas en el cruce fronterizo entre Foz de Yguazú, en Brasil, y Puerto Yguazú, en Argentina, siguen siendo una cuestión pendiente de solución. La demora en los trámites aduaneros no solo afecta a los viajeros, sino que también repercute en la economía y el turismo de la región.
Con este contexto, el secretario municipal de Turismo de Foz de Yguazú, Jin Bruno Petrycoski, se reunió con el embajador argentino en Brasil, Guillermo Daniel Raimondi, para buscar soluciones conjuntas que reduzcan los tiempos de espera en la aduana. También participaron en el encuentro Verónica Andrea Limongelli, cónsul argentina en Uruguaiana (RS), y Alejandra Marina Eguiño, agregada consular en Foz do Yguazú.
La reunión comenzó con una visita al puesto de Inmigración Argentina y a la Gendarmería Nacional, la fuerza de seguridad militar encargada de supervisar la frontera. Allí, observaron de primera mano las filas que se forman a diario, evaluando el impacto que generan tanto en el flujo de personas.
Este encuentro marcó el inicio de un diálogo que busca establecer cambios concretos en la gestión de la frontera. Las autoridades, tanto brasileñas como argentinas, se comprometieron a trabajar en conjunto para implementar soluciones tecnológicas y logísticas que reduzcan las demoras.
Los representantes de ambos lados de la frontera coincidieron en la necesidad de optimizar los procesos de ingreso y salida, especialmente en temporadas de alta afluencia turística. “La demora en la frontera es un desafío que afecta directamente la experiencia de los visitantes y la economía de nuestras ciudades”, comentó Petrycoski.