Mientras el intendente de Ciudad del Este, Miguel Prieto Vallejos, enfoca su atención en los adornos navideños y en promocionar su imagen, la ciudadanía enfrenta diariamente un sistema vial catastrófico. Las calles de la ciudad están plagadas de baches, deterioro y abandono, a pesar de contar con herramientas que podrían mitigar esta situación, como un camión «tapa baches» y una planta asfáltica adquiridos bajo promesas de mejoras.
En marzo de 2023, el municipio lanzó la campaña «Bache 0» tras la adquisición del camión tapa baches, pero los resultados han sido nulos. Por otro lado, la planta asfáltica, operativa desde enero del mismo año, prometía asfaltar 40 kilómetros en su primer año de funcionamiento; sin embargo, a pocos días de cerrar el 2024, ni siquiera se ha alcanzado la mitad de esa meta.
Los pobladores denuncian que Ciudad del Este está abandonada y afirman que la corrupción en la comuna esteña les está costando caro. Ejemplos de la desidia abundan: la calle Picuiba, cerca de la plaza San Roque, se encuentra en condiciones deplorables. El tramo entre las calles Manuel Ortiz Guerrero y Teniente Facundo Almada, en el barrio Obrero, muestra empedrados destrozados y una carpeta asfáltica prácticamente inexistente.
Incluso arterias emblemáticas como la avenida Bernardino Caballero, frente a la Gobernación del Alto Paraná, presentan baches peligrosos que complican el tránsito. La situación en el Área 4 y en el microcentro, donde las calles son transitadas por turistas extranjeros a diario, no es diferente. Las condiciones son un reflejo del caos y del abandono total por parte de la municipalidad.
PROMESAS INCUMPLIDAS Y JUSTIFICACIONES DESGASTADAS
Miguel Prieto asumió la intendencia en 2019 con la promesa de modernizar y optimizar la infraestructura vial de la ciudad. Sin embargo, después de cinco años en el cargo, las promesas se han desmoronado frente a la realidad. Prieto suele culpar a la ESSAP por los destrozos en las calles, argumentando que las obras de la empresa estatal dificultan la reparación vial. También insiste en que “no se puede hacer todo en un día”, a pesar de que ha tenido un lustro para demostrar resultados concretos.
En las últimas semanas, las redes sociales del intendente han estado más enfocadas en exhibir los adornos navideños de la ciudad y en eventos personales, como una maratón y un premio simbólico otorgado por la Municipalidad de Caacupé. Todo ello contrasta con las prioridades de una ciudad cuya infraestructura se encuentra al borde del colapso.
Además, Prieto ha comenzado a insinuar su interés por una eventual campaña presidencial para 2028, lo que genera indignación entre los ciudadanos, quienes consideran que aún no ha cumplido con sus responsabilidades locales. Mientras tanto, las calles continúan en estado crítico, y las quejas de los vecinos son ignoradas.
La falta de acción efectiva de la administración de Prieto ha convertido a Ciudad del Este en una urbe marcada por la desidia y el deterioro. Los baches no solo complican la movilidad de los ciudadanos, sino que también afectan la imagen de una ciudad que debería estar preparada para recibir a miles de turistas que la visitan anualmente.
