A más de 20 días del asesinato del vendedor de repuestos Marcos Antonio Domínguez Amarilla (40), cuyo cuerpo fue hallado en el río Monday el pasado martes 26 de noviembre, la Policía y el Ministerio Público parecen minimizar el caso. Pese a la evidencia disponible y las sospechas de un crimen motivado por cuestiones pasionales, hasta ahora, no hay detenidos ni avances significativos en la investigación. Mientras tanto, la angustia de los familiares de la víctima aumenta con el paso de los días, exigiendo respuestas concretas para que el hecho no quede en la impunidad.
Los familiares de Marcos viven una angustia insoportable. Su dolor no solo proviene de la pérdida de un ser querido, sino también de la sensación de abandono por parte de las instituciones que deben velar por la justicia. «Es como si hubieran enterrado la investigación junto con Marcos», expresó la madre del fallecido, reflejando la impotencia que siente al no obtener respuestas de las autoridades.
Las circunstancias del crimen no dejan de generar preguntas. Fuentes cercanas a la víctima señalan que podrían tratarse de un crimen motivado por cuestiones pasionales, un hecho que podría orientar las pesquisas. Sin embargo, el aparente desinterés de las autoridades ha generado la percepción de que el caso no es prioritario, como si la vida de Marcos no valiera lo suficiente como para buscar la verdad.
SE TIRAN LA PELOTA
Ante la incertidumbre de los familiares del asesinado, un equipo periodístico de este medio se puso en campaña para averiguar el avance de las pesquisas. Por un lado, la fiscal del caso, Cinthia Leiva, dijo que la Policía Nacional no le proveyó de elementos que puedan encaminar las investigaciones hacia una dirección concreta. Por el otro, están los agentes del Departamento de Investigación de Delitos, que poco o nada están haciendo para tratar de aclarar el caso, ya que hasta el momento, ni siquiera recuperaron el aparato celular del fallecido, cuyo GPS indicaba que el equipo estaba en constante movimiento por la zona del km 7, barrio Ciudad Nueva, hasta el lunes 25 de noviembre, cuando, según el médico forense, Marcos Antonio ya estaba muerto. Al ser consultado sobre este caso, el Crio. Ppal. Wilfrido Maldonado, jefe de esta repartición policial, no supo explicar nada, pues evidentemente ni le interesa el caso.
TRIÁNGULO AMOROSO
Según los datos, el crimen tendría un trasfondo amoroso. Resulta que Marcos Antonio Domínguez Amarilla (+) mantuvo una relación sentimental con una mujer, identificada como Marly Duarte. Alquiló una casa, donde estaba viviendo con la misma. Esta mujer era esposa de Dionisio Chaparro, socio comercial de la víctima, quien fue dejado por Marly para ir a formar pareja con Marcos. Esto podría haber desatado la ira de Chaparro para planear acabar con la vida de su rival.
Existen vídeos de circuito cerrado de la vivienda alquilada por Marcos y Marly. El material visual de fecha 23 de noviembre pasado, a las 07:33, que al parecer para la Policía y el Ministerio Público es irrelevante, muestra al hoy fallecido despedirse con besos de Marly. Luego, aborda su automóvil Toyota Runx y se retira del sitio. Otro vídeo grabado alrededor de las 20:00 del lunes 25 de noviembre muestra a Dionisio Chaparro junto con Marly alzando muebles en un camioncito. Llamativamente, la mujer se mudó a las apuradas y a tan solo un mes de haberse instalado en ese lugar.
Pese a todas estas posibles evidencias, la fiscal Cinthia Leiva ni siquiera llamó a declarar a Dionisio y Marly, y tampoco a Ninfa Diana Arias Estigarribia, expareja del fallecido. Por ende, a 20 días del crimen, no hay un solo detenido ni procesado en el caso. Ante esta desidia total, los familiares exigen que las autoridades empiecen a trabajar para atrapar a los culpables del hecho.
EL CASO
Marcos Antonio Domínguez Amarilla (40) desapareció repentinamente el sábado 23 de noviembre pasado. Su expareja, Ninfa Diana Arias Estigarribia, relató a la Policía que la última vez que tuvo contacto con Domínguez esa fecha, alrededor de las 11:00, cuando se despidió de ella para abordar su automóvil Toyota Runx gris, chapa HGN 219, y se retiró de su casa, ubicada en el km 7 de Ciudad Nueva.
La situación se agravó el domingo 24 de noviembre, cuando el vehículo de Marcos fue encontrado completamente incinerado en una plantación de soja en el km 17, lado Acaray, en Minga Guazú. Luego, en la tardecita del martes 26 de noviembre, el cuerpo del hombre fue hallado flotando en el río Monday. El cadáver presentaba un golpe en la cabeza, lo que hace suponer que sufrió un fuerte golpe y luego fue arrojado al cauce hídrico.
