El caudal del río Yguazú comenzó a disminuir, permitiendo la reapertura de senderos en el lado brasilero, así como el acceso a la pasarela de la Garganta del Diablo. De acuerdo con la información de la Compañía Paranaense de Energía (Copel), el caudal del río se situó en 7.500 metros cúbicos por segundo (m³/s) en promedio en las últimas horas, lo que representa cinco veces el flujo normal. No obstante, la tendencia apunta a una disminución progresiva del volumen de agua durante las próximas horas.
Con esta mejora, los técnicos de Urbia Cataratas y del parque en el lado brasileño realizaron una inspección de seguridad en los senderos afectados y autorizaron la reapertura del acceso para los turistas. La reapertura se dio de forma gradual para evitar riesgos, informaron fuentes de la administración del parque.
En todo este tiempo, los visitantes que accedieron al Parque Nacional Yguazú pudieron recorrer con normalidad los Circuitos Superior e Inferior, que no se vieron afectados por la crecida. Estos senderos ofrecen una vista panorámica de las caídas de agua y se encuentran habilitados desde el inicio del fenómeno.
La crecida del río Yguazú, un evento frecuente durante la temporada de lluvias, genera restricciones en el acceso a los principales puntos de observación, pero también proporciona espectáculos naturales imponentes. Los administradores de ambos lados de las cataratas recomiendan a los turistas consultar previamente la disponibilidad de los senderos antes de planificar su visita.
Las Cataratas del Yguazú están confirmadas por un conjunto de 275 saltos. El salto de mayor altura es la Garganta del Diablo. Tiene 80 a 90 metros de ancho y 70 a 80 metros de profundidad. A la izquierda de este cañón, otra parte del río forma 200 caídas individuales, que se fusionan en una sola cuando se dan grandes inundaciones.
Las caídas más grandes se llaman San Martín, Adam y Eva, Penoni y Bergano. Cerca de 900 metros de los 2,7 kilómetros de longitud no tienen agua fluyendo sobre ellos. El agua se acumula en un cañón que desemboca en el río Paraná a poca distancia aguas abajo de la represa Itaipu. La unión de los dos ríos, Paraná e Yguazú, se da en la zona de las Tres Fronteras.
Es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1984. Además, en 2011 fueron elegidas como una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo. Esta fue una iniciativa del suizo Bernad Weber a través de su empresa Nex Open Worl Corporation.